Otra página que quedará en la historia del deporte argentino. Los Gladiadores la escribieron este viernes por la tarde en su debut en el Mundial de Qatar: empataron 24-24 ante el subcampeón mundial, Dinamarca, después de un excelente segundo tiempo y de remontar una desventaja. El Chino Simonet lo igualó en el último ataque argentino y el arquero Fernando García lo cerró con la atajada en un tiro libre. El quilmeño Leonardo Querín fue uno de los protagonistas de esta hazaña.

El seleccionado de Eduardo Dady Gallardo jugó a un gran nivel en distintos pasajes del encuentro y contó con un inspirado Diego Simonet, que alternó posiciones en la primera línea de ataque. El Chino fue el encargado de empatar el partido cuando faltaban sólo 15 segundos para el pitazo final.

La definición danesa estaba en los brazos de Mikkel Hansen, el mejor lateral izquierdo del mundo y uno de los más experimentados lanzadores europeos. Pero su lanzamiento de pie firme, sobre la chicharra, quedó en las manos del Negro Fernando García. Y se desató la alegría argentina.

Más allá del resultado, fue valorable el rendimiento colectivo, pero principalmente la postura de no darse por vencido en ningún momento, inclusive cuando el rival llegó a sacar seis goles de distancia (17-11).

Será difícil bajar después de semejante batacazo pero el plantel tendrá que hacerlo rápido. El Mundial recién empieza y la clasificación no está asegurada. Es más, Alemania también dio una pequeña sorpresa ante Polonia (29-26), que parecía un escalón arriba. Justamente los polacos serán los próximos rivales argentinos, cuando se vean las caras el domingo a partir de las 13 horas.