Los Gladiadores llegaban a octavos en un gran nivel y con el objetivo cumplido de pasar a esta fase por tercera vez en su historia. El sueño de avanzar a cuartos del Mundial de Handball de Qatar estaba intacto, pero los dirigidos por Dady Gallardo no pudieron ante el bicampeón olímpico, Francia. El arquero galo, Thierry Omayer, fue una verdadera muralla muy importante para cerrar la victoria europea por 33-20. El quilmeño Leonardo Querín (Foto), por su parte, aportó en la marca y con un tanto. De esta forma, la Selección finalizó en el puesto 12, misma ubicación que en Suecia 2011, y cerró un gran campeonato sin achicarse ante las grande potencias.

Este resultado ante Francia estaba en las probabilidades del juego, ya que se trata del tetracampeón mundial por sus éxitos en 1995, 2001, 2009 y 2011. Además, llegaba invicto en el campeonato, tras haber conseguido triunfos frente a Republica Checa (30-27), Egipto (28-24), Argelia (32-26) y Suecia (27-25), y un empate con Eslovenia (26-26). A pesar de la garra de siempre, el equipo argentino nunca le encontró la vuelta al encuentro y tuvo varias imprecisiones que le costaron carísimo ante un rival de semejante jerarquía.

Para Los Gladiadores la aventura mundialista había comenzado con un empate en 24 ante Dinamarca (resultado histórico por la envergadura del rival); siguió con una derrota frente a Polonia (24-23), en un partido apretadísimo que se definió sobre la hora; luego vino la primera victoria contra Arabia Saudita por 32-20; en la cuarta fecha Argentina cayó con Alemania 28-23 y, finalmente, cerró la fase del grupo D con un triunfo memorable ante Rusia (30-27) que la ubicó en el cuarto lugar y le valió el pase a Octavos.

Al alcanzar el 12º puesto, Argentina igualó su mejor actuación en campeonatos del mundo pero, lo más importante, es que dejó su huella en Qatar, estando a la altura del desafío y demostró un crecimiento importante que servirá de base para potenciarse a futuro.