No fue el mejor torneo para Los Gladiadores que habían llegado a Francia con la ilusión de hacer un buen Mundial, pero se pinchó con las cuatro derrotas al hilo en el Grupo D. Dinamarca, Suecia, Qatar y Egipto fueron los verdugos argentinos, que no encontraron el rumbo en la primera fase de la competencia. Sin embargo, en el último partido llegó el buen juego y una victoria: 26-17 a Bahrein con los quilmeños Querín y Dechamps. Ahora, a jugar la Copa Presidente.

Argentina fue superior durante todo el partido y por momentos fue encontrando la claridad y el tipo de juego que pide el DT. La primera mitad terminó 13-8 en favor de los albicelestes que no contaron en sus filas con Diego Simonet por una lesión ligamentaria en el hombro derecho. Esta situación le dio la posibilidad de ser incluido por primera vez al quilmeño Dechamps, que estaba anotado como uno de los suplentes.

La segunda parte tuvo la misma dinámica. Ambos equipos buscando cosechar el primer triunfo del certamen, pero el seleccionado fue mucho más claro. Con un nuevo parcial de trece goles argentinos y nueve para el rival, el marcador final fue de 26-17, lo que fue la mayor diferencia de gol del partido.

Federico Fernández con 8 tantos terminó como el goleador nacional. También hubo una muy buena actuación de Lucas Moscariello, el jugador argentino que más tiempo estuvo en la cancha, que anotó 5. Después Federico Pizzarro -4-, Lucas Moscariello -3- y un tanto para Sebastián Simonet, Pablo Simonet, Juan Pablo Fernández, Julián Souto y Querín y Dechamps.

Lo que viene para Argentina es el premio consuelo de la Copa Presidente que se le otorga al equipo que finalice en el décimo séptimo puesto. En busca de ese nuevo objetivo, la próxima presentación será el domingo desde las 12 horas, ante el quinto del Grupo C.