
Fue la noche esperada, la noche deseada después de mucho tiempo de pálida continua. Este lunes, Quilmes vivió una jornada redonda, donde pudo plasmar buena parte de su mejor papel dentro del campo de juego y contó con ciertas circunstancias positivas, que le permitieron ganar con comodidad y hasta incluso golear, a un adversario complejo y siempre intimidante como Brown de Adrogué. Con el triunfo, el equipo consolida su momento y salió del descenso directo.
Todo equipo necesita una actuación como esta. Esas que permiten inflar el pecho, en las que se rescatan muchos más aspectos positivos que negativos y de las que, principalmente, se permite agarrarse para poder confiar en un futuro mucho más promisorio que el pasado reciente que le ha tocado vivir. Con ciertos matices y mejores momentos que otros durante los noventa minutos, el QAC mostró autoridad para sacarse de encima un partido chivo.
Porque la historia en la previa no estaba sencilla y el partido era bastante parejo, hasta la buena construcción por la derecha del tándem Lluy-Strada, que funcionó de mil maravillas en la primera parte y permitió la aparición en soledad de Jonnhy Torres, para que este marque su primer tanto en primera división. El gol potenció a uno y opacó al otro, al punto tal que, envalentonado, un ratito después los de Sciacqua llegarÃan al segundo tanto, con un cómodo cabezazo de Larrea sobre el primer palo.
Mucha tranquilidad, quizás demasiada para jugar con el resultado para un Cervecero que por momentos perdió la pelota y dejó avanzar demasiado a un rival, en una noche que no mostró demasiada explosión en los últimos metros, pero que asà y todo, tuvo ocasiones para poder convertir. La más clara: una severa pifia de TrÃpodi, que no rechazó una pelota de aire y permitió un cabezazo servido de Bordacahar, que Lluy rechazó sobre la linez.
Los cambios inyectaron otra energÃa y cuando faltaban menos de quince para el cierre, llegarÃa un buen centro cruzado que dejó solo a Strada (de lo mejor de la cancha) para que este defina cruzado, un remate seco que no levantó altura y se coló por el segundo palo. El triunfo ya era goleada, para delirio de las tribunas y comodidad absoluta para el equipo en campo, que podrÃa haber convertido en alguna ocasión más.
Dos triunfos consecutivos, una actuación convincente y el optimismo de pensar en que sea el comienzo de una levantada que aleje a Quilmes definitivamente de la zona del descenso y que le permita empezar a mirar de reojo algunos objetivos más interesantes.
Foto: QAC oficial