Da la sensación que van a ser pocos los partidos que no le terminen costando un esfuerzo más de la cuenta, pero mientras los resultados sigan repitiéndose en esta sintonía actual, seguramente nadie saldrá a quejarse por la barranca. Ante un Excursionistas aprovechador al mango de las virtudes en la definición de Sergio Valenti, Argentino de Quilmes supo reaccionar a tiempo y cambiar la imagen en el segundo tiempo. En esa etapa, llegaron los goles y el cuarto triunfo al hilo.

La expectativa estaba en el aire, el equipo comenzó a responder y a conseguir cierta regularidad que lo llevó a crecer muchísimo en la tabla de posiciones y, ante un adversario que no es de los más encumbrados, salió decidido a ir por más. Lo tuvo en la primera jugada con un desborde por la izquierda y centro posterior de Brian Duarte, pero después fue comenzando a caer en imprecisiones. Poco traslado, demasiado pelotazo y un protagonismo que se fue desvaneciendo con el correr de los minutos.

Esto fue bien interpretado por los del Bajo Belgrano, que lentamente salieron de su letargo y, sabiendo que no iban a tener muchas opciones, tuvieron cierto por ciento de eficacia en el primer tiempo: fue a los 26 minutos, cuando después de un desborde de Gustavo Pastor, el balón le llegó a Valenti. Como buen goleador, se las ingenió para girar y definir ante la salida de Leguizamón. Grito mesurado del ex top-scorer de la barranca.

Esa situación no perturbó al Mate, todo lo contrario. Aprendió de sus errores para mejorar la conexión entre sus líneas, corrigió los caminos a la hora del traslado del balón y fue como una tromba para adelante. Esa decisión y ganas minimizaron a un Excursio que por un buen rato solo se dedicó a defender y, con el correr de los minutos, lo fue haciendo cada vez más cerca del arquero Nerón Iriarte.

Después de perderse un gol increíble con el arco solo (la pelota dio en la base del palo), Braian Chávez tuvo su revancha un instante más tarde. Iban 12 minutos, cuando un centro cruzado fue conectado por el delantero para anotar rápido y potenciar las posibilidades de darlo vuelta. Porque, a esa altura, la visita ya no tenía forma de controlar a su rival (aunque un error en la salida casi termina en el segundo de Valenti, con un remate que pasó pegado al palo) y a los 25, un buen centro rasante del ingresado Marotti, culminó en la red después de la definición de Gabriel Tellas.

La última parte del partido, Argentino convivió entre las ganas por definir la historia y el desgaste y los nervios que generaron tanto esfuerzo y las ganas de no perder o conseguido. Pese a eso, prácticamente no debió sufrir para asegurar una nueva victoria que lo sigue haciendo subir en el campeonato. Los dirigidos por Monzón quedaron cuartos, cuando aún quedan once fechas para el cierre. Este envión merece, al menos, el Reducido. Va por buen camino.

Foto: Mate oficial