A pesar de dar todo hasta el final, no pudo ser para el Rocasa Gran Canaria en la Final de la Challenge Cup, al caer como visitante por 27-23 ante el MKS Perla Lublin de Polonia. En un partido de muchísima intensidad desde el primer minuto con ambos conjuntos imprimiendo un ritmo de juego muy rápido para intentar sacar el máximo provecho a sus transiciones, el elenco de Manu Pizzo, goleadora en las españolas, debió conformarse con la medalla de Plata.

Tras unos primeros minutos de intercambio de goles y algunas pérdidas de balón propias de los inicios algo dubitativos que se suelen producir en encuentros de esta trascendencia, las polacas comenzaron a hacer la diferencia gracias a la falta de claridad en el ataque español y a las grandes paradas de su arquera. Con el marcador 10-6, el DT de las canarias para buscar más claridad y precisión en sus jugadoras.

El tiempo muerto surgió efecto, la defensa comenzó a mostrar mayor seguridad y también resurgían en ataque, lo que le permitió llegar al entretiempo a tan sólo dos goles de diferencia (13-11). Pero en el arranque del segundo, otra vez fueron las locales las que impusieron el ritmo y los goles.

Después que el entrenador mueva un poco al equipo, la historia volvía a ponerse favorable al Rocasa, que emparejaba el juego y el tanteador, quedando nuevamente a tiro (18-16) a falta de medio tiempo por jugar. En una gran demostración de carácter y garra, las españolas siguieron gol a gol y diez minutos del cierre llegaron a empatar en el marcador.

A partir de ese momento, el Lublin aumentó su intensidad defensiva ante un conjunto canario que cometió varios errores por apurarse en ataque y, junto a una exclusión en defensa, dejó todo muy cuesta arriba. Ya no hubo tiempo para la épica y el elenco de la bernalense Pizzo (goleadora del Rocasa con seis tantos) debió conformarse con un segundo puesto que no debe empañar el gran trabajo y actitud mostrado durante toda la copa.