Si hay una palabra que define a Diego La Volpe es la de apasionado. Peleador de Kyokushinkai por más de dos décadas, obteniendo en tres oportunidades el título de Campeón Argentino y la Graduación de 5° Dan Internacional, se retiró en 2013 con el Tercer Puesto en el Mundial KWF en Japón. Es desde hace tiempo, también con esa misma pasión, entrenador de campeones de Muay Tahi y Kickboxing, disciplinas en las que llevó a los luchadores argentinos al más alto nivel. Titular de Ihara Dojo Argentina y Director Internacional de la World Kick Boxing Association (WKBA) con sede en Tokio, acaba de editar un libro en el que, obviamente de forma apasionada, cuenta la verdadera historia de este arte marcial.

- ¿Qué fue lo que te inspiró para decidirte a escribir un libro sobre kickboxing?

- Fueron varias razones. La primera es transmitir la verdadera historia de un arte marcial creado en Japón en los años 60: el mundo reconoce al kickboxing como un deporte de combate occidental y, en realidad, no hay nada más lejano a eso. Otro motivo importante fue difundir a las verdaderas personalidades y héroes de esta disciplina y, también, transmitir mis propias experiencias vividas en los 16 viajes que realicé a Japón para seguir aprendiendo y los visitas que las autoridades japonesas han realizado a nuestro país.

- La dedicatoria es al "orgullo de vivir rodeado de héroes". ¿A qué te referís con esta frase?

- Es lo que siento en nuestro dojo, o gimnasio, donde se respira un sentimiento diario de superación y de dejar la vida por un sueño, abandonando el ego personal para sentir verdadero orgullo. Los mejores, son los mejores en todo sentido.

- Un hilo conductor a lo largo del libro es justamente el espíritu del guerrero, el espíritu samurái al que hace referencia el título. ¿Cómo definirías la aplicación de ese espíritu o código en alguien que practica este arte marcial en Argentina?

- El espíritu samurái o espíritu del guerrero, no es más que el espíritu humano, en el cual creo fervientemente. Tuve la suerte de pelear y entrenar en muchos países alrededor del mundo y, en todo lugar, todas las personas sangran igual. El espíritu humano es un don que nos debe hacer mejores para lograr transformar la realidad.

- A la hora de relatar la historia, se repiten las referencias a Noguchi y Kaicho Ihara, ¿cómo describirías su importancia en el desarrollo de este deporte?

- Ambos, junto a otras personalidades japonesas, son personas fuera de serie. Creadores de un arte marcial de fama internacional. Son una estirpe que se extingue, con antiguos e inquebrantables códigos de honor que se respetan sin cuestionamiento.

- Pasando al presente, resaltás la figura de Ricardo Bravo, primer argentino en consagrarse campeón dentro del profesionalismo japonés...

- Ricardo representa un sueño, una ilusión. Es un ejemplo del hacer las cosas como corresponde, con fuerza, con dedicación y esfuerzo, sin esperar nada a cambio.

- ¿Qué análisis hacés de la actualidad y la proyección de los peleadores nacionales?

- Nuestros peleadores son decididos y dedicados. Saben que no hay opción para el error y que las puertas se están abriendo de a poco y las oportunidades deben ser asumidas con una responsabilidad del mil por ciento.

Acerca de Kickboxing, Espíritu Samurái, publicado por Editorial Autores de Argentina, La Volpe explica que el libro es el reflejo de un pequeño instante en la historia de un arte marcial creado en Japón en 1964. Lo que fue y es, lo que no fue y pudo haber sido. Un pequeño instante eterno contado a lo largo de 200 páginas por sus verdaderos protagonistas.