Si había una buena prueba por delante para este momento de Argentino de Quilmes, visitar la ciudad de la Basílica era todo un compromiso. Porque enfrente tendría a un Luján que llegaba precedido de un invicto de diez partidos y mostrando un crecimiento notable desde su juego. Pero los dirigidos por Pedro Monzón se plantaron fuerte, se impusieron por la mínima en un encuentro que por momentos se tornó de ida y vuelta y se mantienen como escoltas del líder Dock Sud.

Pese a disputarse un martes por la tarde, la gente que estuvo presente en el estadio seguramente habrá disfrutado de un muy buen partido. Por lo que había en juego y por lo que entregaron ambos. Mucho más de ida y vuelta en la parte inicial y con el local como protagonista en el complemento, a partir de la postura del Celeste de defender la ventaja que tenía en su haber.

Los dos lucharon por quedarse con los tres puntos. Tanto Luján con algún mano a mano como Argentino, que terminó pegando tres tiros en los palos, intentaron a su manera prevalecer durante un juego que tuvo un trámite entretenido. El gol del Mate llegó cuando apenas iban 18 minutos, a través de la figura de la cancha, Matías Martínez, que volvió a marcar diferencias y a anotarse en el tanteador, como en la fecha pasada.

El panorama cambió un poco en el segundo tiempo, un poco a raíz de la postura de un Argentino que ya había conseguido lo más importante, que era ponerse en ventaja, pero también por la decisión del local, que sin volverse loco intentó alcanzar el empate hasta los instantes finales. Terminó chocando contra su propia impotencia, a partir de la férrea defensa del visitante y los errores propios en la definición.

Con este triunfo, el Mate llegó a las 44 unidades, mantiene su racha ganadora y también su lugar de escolta en la tabla, a apenas dos puntos del puntero Dock Sud. La derrota de Armenio, lo deja en soledad y tomando una diferencia sobre el equipo de la colectividad y Laferrere, que quedó tercero con 42. Sin dudas, el mejor momento de la temporada para un Argentino de Quilmes, al que hay que volver a tenerle fe.

Foto: El Civismo