Los fallos arbitrales terminaron marcando el desenlace de un partido con mucha polémica. Un offside discutible y un penal para los locales en la jugada siguiente alteraron el ánimo general. Pero más allá de las decisiones del árbitro Nazareno Arasa, Quilmes volvió a cometer demasiados errores y estos le impidieron sostener un triunfo parcial, pasar a perderlo apenas un ratito más tarde y volverse sin puntos de la cancha de Sarmiento, uno de los candidatos al ascenso.

Fueron dos partidos diferentes durante los noventa y pico de minutos disputados. En la etapa inicial, el trámite fue parejo, el elenco dirigido por Leo Lemos se paró ordenadamente, controló a un rival sin cambio de ritmo y que mostraba falta de variantes en ofensiva. Aunque le costó pisar el área contraria, la visita tuvo la más clara de ese tramo: un centro desde la derecha encontró al arquero Vicentini a mitad de camino y un cabezazo bombeado de Imbert se fue besando el palo.

Una lesión sumada a otra variante, en este caso táctica, por parte de banco local, cambió rápidamente el panorama para el segundo tiempo. Pero, pese a eso, era el QAC el que sorprendía. Un pelotazo largo, que nadie recepcionó por vía aérea, le queda a un Leandro Gonzalez bien habilitado que, con una chilena fantástica, abrió el tanteador.

Pero los dos puntas y un entusiasmo más definido por parte de Sarmiento, le dieron un premio muy velozmente. El goleador Pablo Magnín (la figura de la cancha) increíblemente entró con demasiadas libertades por el primer palo para desviar una pelota y poner el empate parcial… apenas siete minutos después de la ventaja parcial del QAC.

Para colmo de males, esto envalentonó al Verde y, aunque Quilmes tuvo una clara en los pies de Ramírez, con un sablazo que el arquero le sacó al corner, fueron los locales quienes mantuvieron el dominio de la escena y con Pombo manejando el balón sin nadie que salga a apretarlo, logró poner un pase gol para que el delantero letal (léase Magnín) no desperdiciara el mano a mano. Veinte minutos después de haberse puesto en ventaja, el QAC pasaba a perder el juego.

Lo del final merece un capítulo aparte. Si bien a los de Lemos le costaba, consiguieron anotar a partir de otro derechazo inapelable de Gabriel Ramírez que se colaba contra el palo izquierdo de arquero. Pero segundos más tarde, el juez, avalado por la postura del línea, decidió anularlo al considerar que Leandro Gonzalez, que estaba adelantado, influía en la trayectoria de la pelota e impidió una buena visión del arquero. Una sanción cobrale pero, sin VAR, muy discutible.

Para mal del Cervecero, en la jugada siguiente, Masuero camiseteó a un rival cuando se metía al área y el juez debió sancionar penal. Magnín llegó al hattrick y sentenció el marcador.

Lo fino de los fallos termina molestando y siendo una excusa válida para explicar el momento, pero este Quilmes que no juega bien continúa regalando posibilidades a partir de muchos errores propios. Cuarta derrota consecutiva y un panorama complejo, que obligará a seguir el día a día hasta el encuentro del próximo fin de semana.

Fotos: Amigos del relato