Aunque oficialmente habrá que esperar hasta 2021, la era del VAR en el fútbol argentino ya empezó. En una intensa jornada de amistosos del ascenso llevada a cabo en el predio de la Asociación Argentina de Arbitros, se implementó por primera vez la tecnología del Video de Asistencia Arbitral. Se monitoreó todo con nueve cámaras y los colegiados pudieron familiarizarse con este sistema. Diego Abal estuvo a cargo de cuatro encuentros y después de esa experiencia, charló con DQ.

“Para nuestra labor, la vuelta del fútbol es rara. La falta de público hace que los diálogos y las protestas se noten mucho y queda desprolijo. Muchas veces nosotros ni lo escuchamos, pero en este contexto es imposible que no te llegue lo que dicen todos los protagonistas. A veces es mejor no enterarse de todo lo que dicen”, comenta Abal después de dirigir el primer partido de la Copa de la Liga y antes de meterse a charlar sobre la tecnología en la entrevista con DQ Radio (FMQ 93.5).

- ¿Cómo viviste la jornada histórica de la implementación del VAR en el país?

- Fue maravilloso. Lo viví con más adrenalina que un partido del campeonato, seguramente porque ese rol ya lo manejo de otra forma, con mucha más experiencia después de tantos años de trabajo. Fue la primera vez que hicimos partidos completos, de noventa minutos desde la cabina. Mientras cumplimos con los seminarios, trabajamos con videos editados, en el que todos sabíamos que algo iba a pasar. Acá fue diferente, la revisión se hizo de la forma más exhaustiva posible pero sabiendo que el partido continuaba.

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- ¿Sirvió para que puedan automatizar el mecanismo?

- Sirvió para trabajar la presión, para optimizar el ojo, para poder hacer todas las marcaciones que en un video pueden darse. Pensá que son ocho cámaras en un partido estándar, en un superclásico pueden llegar a haber treinta y dos, entonces tenés que mirar todo, trabajar con el delay, laburar mucho con el operador… Nos tomaron las pulsaciones y al final de la prueba, marcamos más los que estuvimos en cabina que los árbitros en el campo. Hay veces que se dan situaciones simultáneas, de posibles distintas resoluciones, y hay que estar tranquilo, saber por dónde entrar a la jugada para poder resolverla con corrección.

- ¿Se trabaja también la conexión entre la cabina y el árbitro de campo?

- Si. Inclusive hay una buena decisión que tomó la Dirección Arbitral, que fue seleccionar distintas personalidades para trabajar. Están aquellos que son más tranquilos, pero en mi caso, me tocó hacerlo junto a Ariel Penel y Hernán Mastrángelo que son más verborrágicos. Nos sirvió para ver cómo reacciona cada uno, ante el temperamento del otro. En la cabina no te sirve una persona que este muda, pero tampoco uno que se vuelva loco porque entra en pánico todo el mudo.

- ¿Llegan con todo listo para el 2021?

- Si, el grupo que participamos de esta doble jornada de partidos ya estamos homologados, solo nos falta certificar. Para eso, es necesario un mini-torneo con revisión en cancha, en el que hagamos dos partidos de VAR y dos de A-VAR. Ahora se complicó un poco más por la falta de fechas, pero seguro se armará algún certamen con juveniles y en febrero/marzo estará todo listo para comenzar.