El Campeonato Nacional que se disputó hace unos días atrás en Rosario fue el mejor examen para ver la realidad de los atletas después de un año especial, con entrenamientos muy distintos a los que están acostumbrados y con escasa competencia. Y el panorama fue muy alentador para el plantel de San Lorenzo que cuenta con varios quilmeños, entre ellos, su entrenador. Ricardo Gaviola charló con DQ sobre el buen papel de su hijo Julián y Otilio Rosa y anticipa lo que viene.

“Estoy muy contento porque pudimos cumplir algunos objetivos y de otros estuvimos muy cerca. Pero lo importante es que pudimos llegar bien al cierre de año, cuando hasta hace poco todo era una verdadera incógnita y nos entusiasma para arrancar con todo el que viene”, comenta Gaviola en la entrevista con DQ Radio (FMQ 93.5).

- ¿Cuáles fueron los objetivos para este torneo en medio de un año tan raro y con una preparación tan particular?

- Los objetivos individuales no variaron demasiado pese a la pandemia. A todos los chicos los complicó en menor o mayor medida, algunos lograron reintegrarse antes y otros debieron esperar un poco más. Pero en el balance general, fue muy bueno… pensá que trabajamos toda la pandemia por Zoom y así y todo, lograron un estado físico que no habían logrado nunca. Lo más difícil fue mantenerlo en el tiempo, porque al principio se hablaba de empezar a competir en septiembre y recién en noviembre terminó arrancando todo.

- Gran campeonato para Juli Gaviola y Otilio Rosa por las dos medallas que sumaron ambos, pero también por las marcas.

- Si, con Julián que corre las pruebas de medio fondo, habíamos empezado a prepararnos en dos torneos que hubo previamente y ahí ya había conseguido mejorar sus marcas, por eso fue como favorito a la prueba de los 800 metros (NdeR: ganó la carrera en Rosario). En el caso de Otilio, venía con algunos problemas personales y eso no le permitió competir al ciento por ciento. Pese a eso, por sus condiciones, metió dos muy buenos segundos lugares.

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- Pensando que están recién arrancando sus carreras, ¿cómo los ves para el futuro?

- En este momento no hay desesperarse y saber esperarlos. Estoy convencido que su mejor nivel recién se va a ver cuando tengan 25 o 26 años, son chicos sanos, que están bien entrenados, tienen un montón de cosas que todavía pueden mejorar. La velocidad son pruebas muy técnicas y eso hay que trabajarlo mucho.

- ¿Cómo convivís con tu doble rol con Julián, de entrenador y padre?

- Es muy duro. A veces se confundan los roles, me ha costado más de una vez una pelea con su madre (risas). Es difícil, pero la satisfacción cuando logra un objetivo es doble porque uno ve todo lo que se esfuerza para poder cumplir con lo que él desea. Con Otilio es similar, porque es casi un hermano de la vida para Juli y es casi un hijo más.

- ¿Qué proyectan para 2021?

- No hay un calendario muy definido todavía, pero el objetivo principal por el momento es el Sudamericano que se disputará en marzo en Buenos Aires y que nos va a permitir participar con equipo completo. Tendríamos otro Nacional y algunos Grand Prix en Uruguay y Chile como previa a ese gran torneo, si es que las condiciones sanitarias lo permiten.

- ¿No hay descanso en este fin de año?

- Para nada. Apenas nos tomamos una semana y ya estamos volviendo porque no tenemos demasiado tiempo para prepararnos. Es que, si no hay ningún contratiempo, no falta mucho para que comiencen las competencias y tenemos que llegar lo mejor posible.