Terminó resultando un partido duro desde el arranque con dos equipos que se plantaron en la cancha con una postura bien distinta. Argentina lo hizo con el ánimo de ser protagonista siempre, teniendo la pelota y el dominio del terreno; Sudáfrica, con un planteo táctico muy claro: esperar en su propio campo para aprovechar algún error de los rivales. Recién sobre el final, en los últimos cinco minutos, cuando los Leones apenas ganaban por la mínima, se animaron un poco más y tuvieron dos de los tres corner cortos que obligaron al arquero Santiago a esforzarse dos veces para evitar el empate.

El elenco nacional nunca jugó cómodo, en un partido que podría haber resuelto mucho antes. En el balance quedarán además los siete cortos desperdiciados (hubo algunos problemas en la servida y en la recepción más allá de las dificultades que opuso el sintético), los seis tiros al arco y los 10 ingresos al círculo. Pero también quedarán algunos detalles importantes del juego, como los mediocampistas sumándose al ataque para generar una superioridad numérica.

El equipo de Mamo Ronconi rompió el cero a los 12 minutos del segundo tiempo, cuando Toscani le pegó duro de revés en el área y Maico Casella apenas la desvió ante Gowan y puso el 1 a 0 definitivo para decretar el tercer triunfo ante Sudáfrica en Mundiales.

Ahora habrá tiempo para soltarse. Para seguir creciendo. El lunes vendrá Australia, nada menos. El equipo número 1 del ranking, tricampeón del mundo y tercero en la última Copa del Mundo será una vara más alta. Pero, en definitiva, un buen termómetro para ver dónde están parados los Leones.

Foto: Odisha Sports