No hace falta que te pases el día tocándola, frotándola o cambiándola de lugar... Con conocer a tu bicicleta me refiero a que hagas ciertos cambios en algunas partes de tu máquina, hasta encontrar la posición adecuada de estos elementos.

Ya he explicado en el número 28 de este diario como establecer la altura del asiento, pero existe una manera menos científica que también funciona. Colocando el pedal en su zona más baja, poniendo el talón del pie y sentados en el asiento, la pierna debe quedar totalmente estirada. De esta manera, al poner la punta, la pierna creará un pequeño ángulo en su parte posterior. Así ejerceremos todo el juego que la pierna permite, lo que se transformará en mayor facilidad de pedaleo. Atención: jamás hay que poner una altura en que quede del todo estirada, ya que esto podría desencadenar en una lesión.

En cuanto a la posición del asiento, hay que empezar por colocarlo lo más horizontal posible respecto al suelo, aunque dependiendo de nuestra fisiología y forma de pedaleo, podemos variar un poco esta inclinación. Una inclinación demasiado pronunciada hacia adelante hará que nuestros brazos se carguen rápidamente, por el mayor peso que caerá sobre estas extremidades. Contrariamente, si la inclinación que ejercemos va hacia atrás, serán nuestros riñones los que resultarán dañados. Por ende, intentá que el peso de tu cuerpo se reparta por este elemento lo más homogéneamente posible.

Las palancas de freno son otra de las partes importantes de nuestra bicicleta. La inclinación ideal es bastante fácil y, al igual que en el tema del asiento, permite variaciones según los gustos. Eso sí, no deberá haber cambios demasiado alejados de esta medida. La posición correcta debe encontrarse siguiendo este fácil ejercicio: colocados sobre la bicicleta, las manijas de freno deben seguir la línea diagonal que los brazos dibujan hasta nuestros hombros.

En cuanto a la distancia respecto a nuestros dedos es, para variar, algo muy personal, pero debes tener en cuenta que cuanto más hacia adentro esté la manija, más de la punta accionaremos el freno, con lo que la palanca se multiplica y la potencia de la frenada también. Por el contrario, tené en cuenta que cuanto más recorrido le des, más cerca del manillar te quedará accionada y menos potencia de frenos tendrás. También, tené cuidado de no tenerla muy floja porque podrías agarrarte los otros dedos al accionarla con fuerza.

Por último está el tema de la suspensión, aunque eso sí que es muy personal y depende de gustos, terrenos, peso, etc. Aun así, dejame darte un consejo para que saques más jugo de esta pieza. Hace variaciones. No te conformes con la regulación inicial de tu horquilla. Invertí algunas salidas en probar diferentes regulaciones y no dudes en retocar.

Estos son los elementos más importantes que debes colocar a tu gusto para que puedas disfrutar más del ciclismo y evites cierto tipo de lesiones que, por su incorrecta colocación, se pueden ocasionar. Sé que lo que más se desea al tener una bici nueva es salir a probarla, pero creéme, vale la pena invertir un tiempo en ajustar la bici a tu cuerpo, en lugar del cuerpo a la bici.