Toda la expectativa que generaba la llegada de un nuevo entrenador, se derrumbó de golpe. El ciclo de Gabriel Manzini al frente del plantel de Argentino de Quilmes tuvo el peor inicio: cayó como local ante Juventud Unida, uno de los peores elencos de la tabla de posiciones, que le ganó merecidamente, inclusive podría haber sumado algún gol más. Preocupante realidad del Mate, que mostró su peor imagen del año y cada vez parece estar más complicado para luchar por el ascenso.

Nada de nada. Eso fue lo que mostró el Celeste en la calurosa tarde del martes. Sin ideas, inconexo entre sus líneas, sin rebeldía ni algún jugador que saque la cara por el resto. Fue muy flojo en el plano general lo del elenco de la Barranca, que no venía jugando bien y empezó a agudizar su mala jornada a partir del minuto 31 del primer tiempo. Después de un parate para que los futbolistas se refresquen, el Lobo del Oeste aprovechó un blooper del fondo local y Alexis Valenzuela aprovechó para poner en ventaja a la visita.

Esto descontroló aún más a Argentino, situación aprovechada por su rival. Y apenas un puñadito de minutos más tarde, a los 38, Ezequiel Giaccaglia de cabeza anotó el segundo. Un golazo que ya empezaba a marcar la tendencia de la jornada…

En el segundo casi no pasó nada. A los ahora dirigidos por Manzini les faltó rebeldía para intentar cambiar la historia y ante la ausencia pronunciada de fútbol, los minutos fueron corriendo y eso fue aprovechado por Juventud Unida que no se desesperó, controló al adversario y, cerca del cierre, contó con un par de situaciones para transformar su gran triunfo en una goleada.

Desazón, sorpresa, dudas de cara al futuro. Todos sentimientos generados a partir de una derrota que no estaba en los planes y de una actuación más que decepcionante. Quedan varias fechas y muchos puntos por jugar, pero a esta altura la reacción no llega y la expectativa del Mate comienzo a tener poco de realidad. Lo único que está claro es que el nuevo DT tiene mucho trabajo por delante…

Foto: Fernando Martini