El equipo está aceitado, de eso no hay dudas. Y lucha por superarse semana a semana en la búsqueda de su objetivo. El más importante de todos comenzó este fin de semana y el primer capítulo fue por demás positivo para el Círculo Universitario: como visitante aplastó 48-21 a Lanús, para sumar un primer triunfo que le genere más expectativa en la lucha por el ascenso en la Reubicación del Grupo I. Don Bosco también ganó por la mínima en el arranque del GII.

Con el apoyo popular de siempre, pero motivados por la circunstancia que comenzó a vivir nuevamente el club, muchos hinchas dijeron presentes en la fría tarde del sábado, creyendo en el equipo, que dentro de la cancha le iba a retribuir tanta confianza. Y finalmente fue lo que sucedió, el CUQ ganó casi sin despeinarse ante un adversario que por primera vez llegó a esta instancia.

Tres tries en el primer tiempo, comenzaron a edificar una victoria que terminó de cimentarse a partir de una nueva llegada al ingoal en el tramo complementario y a partir de Ignacio Espínola, que le permitió al Celeste cortar con la recuperación que parecía querer experimentar el local. A partir de ese momento, logró apabullar a Lanús y no hubo más partido. Solo hubo tiempo para el festejo de un equipo que comenzó la segunda parte de la temporada con el pie derecho.

Ganó por la mínima

Después de tantas derrotas consecutivas, Don Bosco Rugby pudo conseguir un éxito. Y lo hizo en calidad de visitante, en su estreno por la Reubicación del Grupo II. Fue 18 a 17 frente a Saint Brendan’s, que le permite levantar anímicamente y creer que está en condiciones de luchar con chances de conservar su lugar en la categoría.