La imagen del momento que fueron camino al vestuario para el descanso, será el más positivo que tendrán Los Gladiadores en su presentación inicial de sus segundos Juegos Olímpicos. Pese al gol que no le cobraron a Pizarro en la última jugada, el equipo que dirige Eduardo Gallardo y en el que juega el bernalense Leonardo Querín, mantuvo la paridad en el trámite con la poderosa Dinamarca. En el segundo tiempo sufrió la falta de gol y los europeos se impusieron por 25 a 19.

El seleccionado argentino de handball puso en marcha su participación en los Juegos de Río 2016 con una derrota previsible ante un adversario históricamente poderoso y que luchará por llegar a instancias decisivas. Pero más allá de eso, el elenco nacional jugó un gran primer tiempo: concentrado, plantado bien en defensa y con variantes en ataque, llegó al cierre de los primeros treinta minutos igualado en 10 goles.

Pero en el arranque del complemento, pecó por perder capacidad y eficacia a la hora de convertir y su rival le tiró la chapa encima, encargándose de demostrarle su superioridad actual.

Pablo Simonet fue el goleador del cotejo con 7, seguido con seis por la figura del encuentro Mikkel Hansen (uno de los mejores jugadores del mundo). Para Querín fue un partido a pura fricción en sus segundos Juegos, ya que también estuvo presente en Londres 2012.

Ahora los argentinos deberán poner la cabeza en el próximo partido, que será el martes y en otro cruce duro frente a un rival pesado europeo como Croacia.