“Más de treinta años jugando y soñando con este momento. Es algo increíble lo que logramos y creo que aún no caigo en que lo hayamos conseguido”, describe, entre risas y emoción, el quilmeño Matías Paredes, el 10 y emblema de estos Leones que, en el ciclo más exitoso de su historia, no pararon hasta finalmente escribir la página más importante del hockey nacional al conquistar el Oro en Río 2016. Si él, con 16 años de experiencia al servicio de la Selección, aún no puede creer que esa medalla dorada es efectivamente suya, ¿cómo vivirá este momento, en su primer Juego Olímpico, Juan Manuel Saladino, el otro local del plantel campeón? “Ya era un sueño el haber sido convocado, imagínate encima haberlo coronado de esta forma”, se sincera la figura del QAC.

Como nunca antes, Los Leones llegaron a esta cita olímpica con la convicción de ser protagonistas. Razones no les faltaban ya que hace años que venían jugándole de igual a igual a las grandes potencias y, luego del inédito tercer puesto en el Mundial de 2014, no querían esta vez conformarse con un podio. Así, bajo la conducción del Chapa Retegui, fueron por más y, tan solo dos temporadas más tarde, consiguieron la primera medalla dorada del hockey argentino, en lo que además significó la mejor actuación de la rama masculina en todos los tiempos, y, por si fuera poco, saltaron a un histórico 2do lugar en el ranking de la FIH. Por donde se lo mire, estos muchachos hicieron historia.

“Somos un plantel muy fuerte. En estos tres años tuvimos un crecimiento impresionante, Río nos agarró en un momento bárbaro y el título termina coronando este proceso de la mejor manera”, analiza Paredes, un veterano de tres Juegos Olímpicos. ¿Pero cuáles fueron las claves para este éxito? Saladino, quien la próxima temporada se mudará a la importante liga belga, lo resume en tres aspectos fundamentales: “Este equipo tiene claro a lo que juega, una solidez defensiva admirable y, por si fuera poco, jugadores de primerísimo nivel”.

Los números, pero por sobre todo los rivales a los que se enfrentaron, le dan la razón a estas palabras. Para alcanzar la medalla más codiciada, Argentina disputó ocho partidos, con cinco ganados, dos empatados y uno perdido, en los que anotó 25 goles y recibió 18. En la rueda inicial le complicaron la vida a los dos principales rivales de los últimos tiempos, Alemania (bicampeón olímpico) y Holanda y fueron convincentes ante aquellos con los que eran favoritos para sumar victorias. Después la tuvieron que pelear para eliminar a España en Cuartos, pasearon a la propia Alemania en Semis, sacándose la espina del empate sobre la hora de un par de días antes, y llegaron a la Final ante otro conjunto que venía en alza como era Bélgica.

Tras ese duro camino hasta el lugar más alto del podio, es tiempo de festejo para esta Selección pero, también lo es para nuestra ciudad ya que, si bien tiene una larga tradición de aportar deportistas a las citas olímpicas, hasta el momento tan solo el futbolista Sergio Kun Agüero, en Beijing 2008, había logrado colgarse una medalla dorada en el pecho. Sitial de honor que de ahora en más compartirá con Matías Paredes y Juan Manuel Saladino, los Leones de Oro quilmeños.

Bien representados

Además de los Leones Matías Paredes y Juan Manuel Saladino, la ciudad tuvo otros cuatro representantes en Río 2016: Leonardo Querín, histórico integrante de Los Gladiadores, la Selección Masculina de Handball; Elke Karsten y Manu Pizzo en La Garra, la Selección Femenina de Handball y, por último, Fernando Gwozdz, entrenador de la dupla argentina de yachting clase 49erFX.

Pero eso no es todo. En la Selección de Hockey Masculino hubo un local más: el médico Javier Blanco y, ahora, el partido también dirá presente en los Juegos Paralímpicos a disputarse entre el 7 y el 18 de septiembre. Se trata de Luis Cristaldo, integrante de la Escuela Municipal de Deportes Especiales desde 2010, quien defenderá la Celeste y Blanca en Boccia.