Muchas veces a datos externos que se utilizan como excusa a la hora de evaluar la realidad de un equipo. Pero en este caso, es imposible desentenderse del estado del campo a la hora de hablar del rendimiento de Argentino de Quilmes en un empate merecido 1 a 1 contra Dock Sud. El pésimo estado del piso, que encima se notó más comprometido por la lluvia de las últimas horas, generó que tanto pozo, arena, tierra y agua acumulada, impidieran tomar una real dimensión del equipo.

Para mala fortuna suya, el clima le vuelve a jugar una mala pasada al Mate cada vez que le toca hacer las veces de local en este arranque de temporada. Al igual que le había sucedido hace dos semanas atrás, antes del debut en el campeonato de la Primera C, un montón de agua caída terminaron complicando aún más el habitualmente muy flojo estado del campo.

Mucha agua y barro, impidieron poder jugar con la pelota a ras de piso, como le gusta al entrenador Juan José Acuña. Pese a eso, por omentos lo intentó y, en algunas le dio resultado (buena combinación por izquierda, que llevó a un centro de Rojas para el gol, después de arrojarse casi en palomita, de Sergio Valenti) pero en otras lo sufrió (intentó salir desde su arco sin precisión y se comprometió).

Claro que, el gol de la apertura le había dado una gran ventaja que no supo aprovechar para acomodarse mejor al terreno, porque el Docke enseguida llegó al empate (diez minutos más tarde, tras un corner ejecutado por Sequeira, que cabeceó Claudio Grecco). En el tramo complementario, ya todo se hizo más complicado: con el terreno demasiado pisoteado y dos conjuntos con menos piernas, recién en el final pudieron agredirse.

La tuvo el Mate cuando faltaban cuatro minutos, con un remate dentro del área chica de Monzón, que tapó el arquero Damián Ramírez y en el rebote dio en el travesaño, pero enseguida también podría haber ganado la visita, producto de un remate de Demelchori (ex QAC) que dio en la base del palo y que Carlos Sotelo, en el rebote, hizo rebotar en el horizontal.

Empate justo que sirve para ir calentando motores de una temporada muy larga y complicada, a la espera que el terreno y el clima ayude a la propuesta que se impone en esta temporada por la Barranca.