Desde su desembarco en el circuito profesional japonés, recordemos que fue el primer argentino en hacerlo, a Mauro Herrera lo apodaron King Kong Baby. Se lo ganó a base de nocauts en sus anteriores victorias que lo llevan ahora a enfrentarse al legendario peleador nipón Hiromi Amada, en lo que es considerado el combate más importante y más difícil de la historia del kick boxing sudamericano. Antes de subirse al ring del Korakuen Hall Tokio Dome, el quilmeño, N° 2 del ranking de la Shin Nihon KB Association y representante de Ihara Dojo Argentina, palpita este desafío junto a DQ.

- ¿Sos consciente de que a base de tus nocauts ya te has hecho un nombre en el circuito profesional japonés? ¿Qué significa eso para vos?

- Representa muchísimo para nosotros porque trabajamos y entrenamos duro para conseguirlo. Ahora, lo que más nos interesa es seguir para adelante y poder ratificar con otro triunfo lo que hemos venido demostrando en las peleas anteriores.

- Si bien en todas tus presentaciones en Tokio te enfrentaste a rivales de gran nivel, en esta ocasión vas contra una verdadera leyenda japonesa. ¿Esto juega de alguna manera en la cabeza del luchador? ¿Genera mayor ansiedad?

- La verdad que sí, Amada es uno de los mejores peleadores pesados de kick boxing que ha dado Japón. Fue campeón del K1 en 2004 y tiene una enorme trayectoria. Esta es una oportunidad única para mi de dar una salto en mi campaña. Lo respeto por su experiencia, pero arriba del ring vamos a ser uno contra uno y estoy preparado para esta pelea.

- ¿Cómo fue tu entrenamiento para este combate? ¿Cambia el plan de acuerdo al rival?

- Esta vez tuvimos una preparación especial porque Amada es una gran boxeador, así que afilamos bien las manos para estar a su altura. Después es cuestión de estar predispuestos a los trabajos que nos ordena nuestro entrenador Diego La Volpe, quien siempre nos tiene bien preparados y enfocados en lo que nosotros vamos a proponer a la hora del combate.