Necesitaba una actuación así Argentino de Quilmes. Después de haber mostrado una imagen opaca, de haber perdido el invicto en la temporada, el Mate reaccionó a tiempo. Para ganar su primer encuentro como local en este torneo, para sacarse de encima con claridad a un peso pesado de la categoría como es siempre el Deportivo Laferrere y para mostrar un alto nivel colectivo, con actuaciones sobresalientes y una superioridad absoluta, principalmente en el segundo tiempo.

Es cierto que en el fútbol argentino actual no hay demasiadas diferencias entre los equipos de una misma divisional, pero en este caso fue la excepción. De a poco, yendo de menor a mayor, Argentino fue arreando a su rival. Lo fue llevando lentamente y a partir de la primera ventaja, terminó de confirmar su supremacía. Fue al minuto 43 del primer tiempo, cuando después de un par de desbordes, un rebote le quedó en la puerta del área grande a Aníbal Leguizamón, que remató contra un palo.

Desde ese momento, fue todo del Mate. Presión alta, asfixió al adversario, tuvo juego y rotación con la pelota y una innumerable cantidad de oportunidades para definir la historia rápidamente. En una de las primeras, a los12 minutos y tras una buena jugada preparada, Arias sacó un tiro libre desde el costado derecho que Valenti anticipó a todos en el primer palo, para empezar a cerrar el resultado antes de tiempo.

Promediando la etapa final, el Celeste descansó unos minutos por tanto esfuerzo y cedió un poco de protagonismo pero la visita nunca le encontró la vuelta al trámite y pese a acumular hombres de punta, apenas si consiguió hacer estirar alguna vez al arquero Adrián Leguizamón.

La frutillita de la torta llegaría en el minuto 45. Con un rival jugado y en una de las tantas contras que tuvo a su favor, la pelota le llegó a Dalmiro Gaeto, que bailó sobre el balón, para definir con un remate potente y al ángulo. Un cierre a pura fiesta y euforia en la Barranca. Bien merecida por la actuación y que vuelve a despertar expectativas para lo que vendrá.

Foto: Silvana Livigna