Tarde caótica en la Barranca. No solamente porque el equipo volvió a jugar mal, dio excesivas ventajas y un rival que llegaba último en el campeonato liquidó la historia raídamente en los primeros veinte minutos. A esto se le sumó el malhumor popular que, junto a una interna política, desató peleas durante el partido y un final bochornoso con canticos, piedras que llovieron desde la calle y gente que respondía desde el estadio. El DT presentó la denuncia pero no sería aceptada. Denuncia al Vicepresidente.

El principio de la historia tiene al fútbol como detalle destacado. Había expectativa en que el equipo logre despertarse después de seis fechas sin ganar, pero todo se cayó como un castillo de naipes ni bien empezó a rodar la pelota. Un error de Alcibíade generó el robo de la pelota por parte de Fernando Maldonado, al que le cometieron penal. Iban apenas 3 minutos y Yair Rodríguez ya ponía en ventaja a Merlo.

Y la situación rápidamente se agudizaría, a partir de una contra veloz en la que el Mate quedó mal parado y la velocidad de Maldonado (la figura de la cancha) lo dejó solo Marcos Zampini para que anote el segundo tanto. Recién se jugaba un cuarto de hora y, para colmo de males, a los 21 llegó un tiro libre desde la izquierda y, en una especie de corner corto, otra vez Rodríguez señaló al ejecutar al primer palo.

A partir de ese instante, fue un descontrol total, dentro del campo y en las tribunas. Al equipo de Delbene Acuña le costó serenarse y recién en el segundo tiempo, con el sentimiento de historia sentenciada, pudo recomponerse y crear varias situaciones claras que pifió en la definición. En el medio de eso, la popular comenzó los canticos contra el equipo y la comisión, lo que generó la reacción de integrantes de la misma, y ambos bandos terminaron trenzándose en golpes de puño.

Después el encuentro siguió su curso y este momento de Argentino no pudo hacer nada para evitar un cambio en el desenlace del juego. Encima, desde el primer tiempo lo jugaba con diez por expulsión directa a Saayavedra y antes del cierre Gustavo Escobar se fue antes a la duchas. Todo esto, llevó al entrenador a presentar la renuncia, que no fue aceptada por el vicepresidente de la institución. Aunque es un capítulo que por el momento, no parece estar muy claro.

Claro que la tarde no terminaría con el pitazo de Mariano Seco. La salida de la gente fue con disturbios, piedras que volaron desde la calle Cevallos a uno de los costados del estadio, mientras otros respondían desde adentro. El accionar policial, con balas de goma incluidas, desarticularon esta protesta. De cualquier manera, muchos hinchas fueron a la comisaría para hacer una denuncia contra César Sosa. ¿Cómo seguirá esto? Nadie sabe, pero el cierre de año no parece demasiado alentador para el celeste.

Fotos: Silvana Livigna