Los Gladiadores estuvieron a un paso de cerrar su décima participación en un Mundial llevándose un triunfo ante Polonia pero, en el momento clave del encuentro, se les secó la pólvora y la victoria -y el premio consuelo de la Copa Presidente- termino siendo del conjunto europeo. De esta forma, los dirigidos por Gallardo, con los quilmeños Leo Querín y Seba Dechamps en sus filas, culminaron en el puesto 18 de Francia 2017, igualando las ubicaciones que la Selección Argentina alcanzó en Túnez 2005, Croacia 2009 y España 2013.

El primer tiempo fue cambiante pero ninguno pudo sacar una luz superior a los 2 goles de diferencia y terminaron empatados en 13, con un panorama abierto para ambos. Esa paridad se empezó a romper durante el segundo tiempo con un pasaje avasallante de Argentina en defensa y ofensiva, en lo que, probablemente, haya sido su mejor momento en todo el Mundial. Sostenido en esos argumentos, estableció un parcial de 9-4 para ponerse 22-17 adelante y sacar una máxima de 5 goles, la mayor distancia a favor que tuvieron los Gladiadores en el campeonato.

Sin embargo, los conducidos por Daddy Gallardo no pudieron mantener ese nivel y flaquearon en el cierre, el momento clave. Federico Vieyra a los 47:18 minutos convirtió el último gol argentino en Francia 2017 para poner el marcador 22-17. A partir de ese momento, la ofensiva nacional se secó y no sumó más goles. Polonia, cuarto en Rio 2016, no dejó pasar la oportunidad y aprovecho esa sangría. Con una racha de 7-0 dio vuelta el marcador para encaminarse a un triunfo por 24-22.

En un Mundial en el que había altas expectativas, Argentina se despide con un saldo negativo. No por la posición final, sino porque durante las siete presentaciones dio la sensación de ser un equipo estancado y sin evolución en cuanto al juego. Más allá de algunos pocos pasajes rescatables, no tuvo respuestas para, al menos, poner en aprietos a rivales superiores como Suecia o Dinamarca.