Estaba claro de antemano que los nombres propios iban a condicionar a este Argentino de Quilmes. Por peso específico de sus refuerzos, se espera que pueda tener una buena campaña. Pero claro, con nombres solamente no se arma un equipo y eso se nota en este arranque de campeonato. El conjunto dirigido por la dupla Maidana-Vanadía tuvo una muy mala presentación y perdió merecidamente ante Ituzaingó, rival que se está adaptando a la divisional.

Obviamente que no es el inicio esperado por la Barranca. El esfuerzo por renovar a un plantel que venía agotado y que sufrió la salida de muchos de sus referentes, generó mucho movimiento en el mercado de pases y la expectativa puesta en el nivel que podía llegar a mostrar el Mate en una categoría muy dura y física como la C. Y las primeras sensaciones no son muy alentadoras…

Al Celeste le costó encontrar juego y dejar a la vista de todos una idea, una línea de juego. En el estreno no pudo quebrar a un rival que también llegaba con cambios dentro del plantel y en su primera salida de visitante, fue derrotado claramente (no en el tanteador) por un adversario que recién está re-adaptándose a una divisional que recuperó hace algunas semanas.

Cuando llegó el gol de Matías Vallejos, a los 26 minutos de la etapa inicial, el Verde ya había mostrado condiciones para justificar el triunfo. Pero claro, en el segundo tiempo fue todo más claro: el Mate perdió la poca tranquilidad que tenía y fue dominado por el local, que tuvo ocasiones para liquidar el resultado antes de tiempo, pero falló y debió esperar hasta el pitazo final de Juan Pafundi.

Un punto sobre seis disputados es uno de los peores arranques de Argentino desde su regreso a la categoría. Sin dudas, un llamado de atención ante la necesidad de una levantada que se hace indispensable. Por la inversión, por los nombres y por el mal acostumbramiento del hincha que últimamente lo ve al equipo peleando por los primeros lugares y no cerca del fondo de la tabla.