Ganar, ganar, ganar… parece ser el único verbo que por estos momentos conoce Argentino de Quilmes. Demostrando un crecimiento sostenido fecha a fecha y que se va agigantando con el correr de los partidos, el conjunto dirigido por Pedro Monzón goleó a San Martín en Burzaco para sumar su quinto triunfo de forma consecutiva. Dominador del partido en buena partido y con un poder de gol que empieza a aparecer, el equipo se consolida dentro del lote de punta.

En un campeonato de la Primera C más parejo que nunca, los de la barranca demuestran que están a la altura de la circunstancia y que no son menos que ninguno de los candidatos bravos. Por tercera fecha consecutiva logran derrotar a un adversario que estaba por delante suyo en la tabla, dejando atrás ese pésimo inicio de temporada que generó la salida de la dupla de entrenadores.

Con confianza y actitud ganadora, el equipo de Monzón se plantó en terreno visitante y fue dominador durante todo el primer tiempo. Y encima, aprovechó la eficacia que empieza a mostrar en este parte, con dos goles en menos de diez minutos (entre los 20 y 30). Primero fue Matías Villavicencio y después Rodrigo Soria sacaron una ventaja que fue determinante para el resto del juego.

Porque en el segundo se combinaron la decisión de Argentino de aflojar el ritmo y aprovechar al máximo la ventaja que tenía en el tanteador, y por el otro, la poca capacidad del local para saber cómo vulnerar a un rival que no concedió demasiadas ventajas pese a su apatía en el tramo final. El cierre de oro fue el tanto de José Montiel (uno más) casi sobre el pitazo del árbitro, que le permitió redondear una goleada contundente.

Cinco victorias consecutivas que suman tanto en la tabla, donde el equipo aparece dentro del lote que actualmente clasifica al Reducido, como en lo anímico, pensando en seguir dando pasos hacia adelante y no detener más este envión marcado que el Mate muestra desde la llegada del nuevo DT.