Bastante corta resultó ser la buena senda para que Quilmes pudiera distenderse mínimamente en este campeonato. El conjunto dirigido por Mario Sciacqua volvió a tener una actuación deficiente que lo llevó a caer derrotado ante un rival pobrísimo como este Ferro de la actualidad, que volvió al triunfo después de nueve fechas. En el segundo tiempo, el Cervecero cambió la actitud y creó situaciones para merecer otro resultado, pero sigue pagando su falta de eficacia.

Era un partido clave para sumar y empezar a despegarse de la zona roja del descenso. Principalmente, porque enfrente tenía a un adversario débil, que llegaba en un momento tenso, con muchas dudas y acumulando una tremenda racha negativa. Pero ese cuadro de situación tan favorable pareció no conmover demasiado al QAC que tuvo otro pálido primer tiempo.

Quizás las cosas hubieran sido distintas si Jonathan Torres acertaba al arco a los dos minutos, después de quedar solo en el área, pero su remate dio en el travesaño. Iba a ser la única oportunidad de toda esa etapa para un conjunto que volvió a desdibujarse con el correr de los minutos. Eso le dio más optimismo al local, que con un plantel repleto de pibes, se animo a adelantarse a tener más tiempo la pelota y a acercarse con cierto peligro al arco de Trípodi.

Solo por esa mejor capacidad en la distribución y ayudado por otro error defensivo de Quilmes en el torneo, Ferro llegaría al gol antes del descanso, después de un centro desde la izquierda en el que Bruno Barranco anticipó a todos y batió al arquero.

Al igual de lo que pasó en Madryn, cuando se vio entre las cuerdas, el equipo cambió el chip. Con más decisión y ganas, pero con algunos buenos movimientos en ofensiva, el Cervecero se lo llevó por delante a un conjunto local que sacó a la luz todas las inseguridades generadas por la falta de resultados y, pese a tener a un adversario jugado, casi no generó peligro en las contras.

Aunque no todas hayan sido muy claras, los de Sciacqua tuvieron varias para convertir y volvieron a fallar en los metros finales. Eso lo terminó de condenar y le trajo aparejado un nuevo dolor de cabeza: una vez más quedó en zona de descenso, con apenas algunos partidos por delante. Otra vez, urgencias para el próximo partido en casa, que será vital para no terminar de complicarse definitivamente.

Foto: Ferro oficial