El partido venía torcido. A Argentino de Quilmes le costaba tomar las riendas del juego y encima lo sufría a partir de las contras. Enfrentaba a un Luján que llegaba último en la tabla pero que parecía decidido a torcer este mal momento. Pero nadie contaba con la aparición decisiva de Franco Cristofanelli: el mediocampista convirtió dos verdaderos golazos, uno pegándole desde veinticinco metros y el otro acomodando la pelota contra el palo en un tiro libre.

Difícil de explicar este momento de Argentino, que no juega bien pero que suma, le cuesta prevalecer sobre sus rivales pero a estos también les es complicado sacar una diferencia frente a los dirigidos por Pedro Monzón. Quizás, uno de los meritos de este equipo es encontrar siempre una carta que le permita prevalecer sobre el adversario de turno.

Y en un partido donde no estuvo fino Brian Duarte, en el que a Walter Hermoso le costó ser compañía de punta y Brian Chávez peleó demasiado por la pelota pero chocó con su incapacidad para tomar buenas resoluciones, apareció uno que no estaba en los planes. Cuando el Mate ya chocaba con sus limitaciones y encima Luján se le venía y había generado las de más peligro (una salvada por Baez casi sobre la línea), salió a relucir la pegada de Cristofanelli.

Iban 43 minutos del primer tiempo y la modorra de la tarde fue sacudida por el mediocampista central celeste que pateó desde muy lejos y terminó clavando la pelota en el ángulo superior izquierdo del arquero Gustavo Ruhl, que nada pudo hacer pese a la estirada. Pero esto no terminaría ahí, a los cinco minutos del tramo final, Cristofanelli se adueñó del balón en un tiro libre sobre el semicírculo del area grande y clavó el balón contra el palo derecho. Dos verdaderos golazos.

A partir de allí, el partido empezó a tener olor a sentencia más allá que faltaba mucho por delante. A Luján, con sus penurias actuales a cuestas, todo le costó el doble y los de la barranca comenzaron a hacer valer la diferencia, los espacios y sus virtudes en la contra. Sobre todo, a partir del muy buen ingreso del Pájaro Marclay, que condujo varias de las que podían haber abultado el tanteador.

Fue triunfo para Argentino en el primero de los dos cotejos que tenía pendientes, lo que lo acomoda en el pelotón de arriba de la tabla. Más buenos resultados en medio de un momento no tan bueno desde el juego. Aunque nada de esto va a importarle si continúa teniendo a Cristo de su lado.

Foto: Mate Eterno