Particular momento de Argentino de Quilmes en el arranque del año. Podría haber sumado más, tanto el fin de semana pasado como este domingo en cancha de Ituzaingó, pero futbolísticamente sigue mostrando muy poco. Así y todo, intentó llevarse por delante a su rival y, después de quedar en desventaja, contó con innumerables ocasiones para convertir. La falta de eficacia y la buena actuación del arquero verde, le imposibilitaron mejorar su puesto en la tabla.

El equipo de Monzón volvió a tener el mismo coraje y la actitud de siempre desde el minuto cero. Con la intención de recuperar los puntos perdidos en la barranca durante la fecha anterior, se mostró profundo, jugando bien por las bandas y llegando a generar ocasiones a partir de los centros y las limitaciones para cubrir ese juego por parte del local.

Más allá de esto, el equipo está sufriendo horrores la ausencia de su figura, el Chapa Duarte, que por segunda jornada consecutiva fue baja por lesión. Esto le saca brillo con la pelota en los pies y obliga a hacer la diferencia a partir de la intensidad. Apenas la pegada de Cristofanelli puede llegar a darle alguna alternativa desde media distancia o a la hora del manejo del balón.

Todo empeoró después de un flojo inicio en el segundo tiempo. Se dejó llevar por delante por parte de un Ituzaingó sin demasiadas luces, que encontró la diferencia a través de una gran maniobra individual por parte de Mauro Boaglio. El delantero puso el 1-0 a los 8 minutos y los obligaba aún más a los de la barranca.

El DT empezó a mover el banco, los ingresos de Marothi y Sandoval le dieron más compañía a Chávez en la ofensiva y las ocasiones empezaron a aparecer una tras otra. Remate en el palo de Walter Hermoso, cabezazo del nueve que rechazó el arquero Matías Lescano, otra aparición del uno para taparle un mano a mano a Sandoval y para achicar ante la presencia del juvenil Irala… fueron varias, que podría haber cambiado la historia. Inclusive, en el descuenta, Elías Martínez remató arriba del travesaño con el arco desguarnecido.

Todo esto, en buena parte, jugando con diez futbolistas durante el cuarto de hora final del encuentro, debido a la expulsión por dos amarillas de Gustavo Escobar. Esfuerzo redoblado, pero se quedó con las manos vacías.

Habrá tarea de acá en más para Monzón. Porque, a pesar de los merecimientos, Argentino necesita refrescar su formación para mostrar mayor volumen de juego y mejores perspectivas para el futuro. Todavía está a tiempo de re-engancharse y no perder definitivamente el tren de los que pelearán por el ascenso.

Foto: Ituzaingó oficial