Después de haber superado estos últimos quince años tan complicados, llegó el momento esperado. Fueron solo algunos días más de ansiedad, ya que será por la segunda fecha del torneo pero, finalmente, Argentino de Quilmes hará oficial su regreso a la Primera B. Tras postergar el primer partido, el estreno será como local, aunque lejos de casa: por las tareas en su campo de juego, se presentará en San Martín de Burzaco y sin público. El rival será Flandria.

Se trata de un presente lleno de expectativas para el Mate. Aunque todo está por verse, la renovación que se dio en la divisional permite que por la barranca se hagan cierta ilusión. Sin demasiados pesos pesados y sin promedios que compliquen aún más la salvación del descenso, el Mate puede soñar que está en condiciones de dar la talla a pesar de que haya pasado demasiado tiempo sin hacer pie en la categoría.

Además, la dirigencia del Criollo hizo una inversión importante para generarle alternativas a Pedro Monzón dentro del plantel. Fueron trece los refuerzos que llegaron a la barranca: Lihué Prichoda, Zelmar García, Sebastián Arias, Diego Molina, Agustín Graneros, Nicolás Angellotti, Héctor Buzzi, Julián Vivas, Nicolás Monserrat, Tomás Charles, Heber Leaños, Nahuel Figueredo y Nicolás Lovato.

El rival llega con un pasado pesado, con ascenso a la B Nacional incluido. Ahora tratará de recuperar protagonismo en la divisional.

Luego de siete amistosos y una pretemporada en Miramar que sirvieron para la puesta a punto, llegó la hora de la verdad: Argentino regresa formalmente a la B. Y está preparado.