Como le viene sucediendo a Argentino de Quilmes en los últimos años, con el correr de las fechas el equipo comienza a afianzarse en el campeonato. El regreso a la Primera B no es la excepción a esta tendencia. Cambiando piezas, modificando nombres y sistema, el equipo dirigido por Monzón ya pelea de otra manera los partidos y, en Munro, volvió a tener otra buena actuación. Con mayor tenencia y siendo más punzante en el ST, consiguió la diferencia ante Colegiales.

Después de muchas temporadas sin verse las caras, Cole y el Mate volvieron a reeditar un verdadero clásico de la década de los noventa, donde ambos peleaban el ascenso en la C o evitar caer en el descenso en la B Metropolitana. Y lo hicieron en un momento de necesidad para ambos, que deben salir de los últimos lugares de la tabla de posiciones. Claro que, mientras al Criollo lo agarra en un momento ascendente, los de Munro vienen de mal en peor.

De cualquier manera, el trámite del partido mostró una extrema paridad, sobre todo en el primer tiempo, en el que los locales fueron más profundos y contaron con las más claras, una ni bien arrancado el partido en los pies de Toloza. De a poco, los de la barranca comenzaron a adelantarse con la pelota y se animaron a buscar sus opciones. Brian Chávez no pudo conectar un centro de buena manera y un tiro libre de Prichoda pegó en la parte superior del travesaño, mostrando que la visita también quería ganarlo.

Este mejor cierre de etapa le sirvió a Argentino para envalentonarse de cara al tramo complementario. Más decidido, con una mayor y mejor posesión e instalándose casi por completo en campo contrario, demostró durante un buen rato ser superior a su rival. Y justo cuando Cole comenzaba a sacar los dientes de nuevo (buena tapada de Angellotti n el primer palo), llegaría el gran impacto de la tarde: iban casi 33 minutos cuando, un centro frontal lo dejó a Julián Vivas solo en el borde del área chica, para definir correctamente de manera cruzada.

Un gran premio para un Mate que supo cuando y como golpear y que, inclusive, pese a acomodarse para recibir los embates de un Tricolor desesperado, casi no sufrió en los últimos minutos, más allá de algunos centros que generaron expectativa hasta el pitazo final para confirmar su victoria. Que llegó y que se da en un momento justo, de pleno despegue, permitiendo imaginar que esta mejoría es más que algo parcial, pensando en las dificultades que todavía vendrán por delante.

Foto: Argentino oficial