El Club Aros León demostró ante el Ibaizabal, uno de los candidatos claros al ascenso en la Liga 2 española, que es capaz de ganar a cualquiera, supieron sufrir para imponerse a un equipo que le complicó la vida hasta el último minuto, pero no pudo evitar que el equipo en el que juega Julieta Mungo sume una nueva victoria que les permite seguir ganando en confianza y mantener la recuperación. La joven quilmeña volvió a tener otro rendimiento destacado.

Era un partido complicado en el que la victoria valía mucho más que los meros puntos que había en juego. Para las leonesas se trataba de un día para reivindicarse como candidatas a estar en la fase de ascenso y lo hicieron a lo grande, con mucha intensidad y variantes en el armado, con las que fueron capaces de desactivar el talento de las vascas.

Las locales supieron jugar con regularidad durante los cuatro cuartos. Solo bajó un poco su nivel en el inicio de la segunda mitad. Se complicaron en ataque, pero supieron frenar el de las visitantes y cuando pasó ese mal rato sólo estaban cuatro puntos por detrás de las visitantes. Un par de canastas seguidas y un parcial de 11-0 les devolvió la ventaja en el marcador, algo que ya no iban a abandonar hasta el final.

La garra y el despliegue de las dos argentinas del equipo, Mungo (convirtió 11 puntos) y Andrea Boquete (hizo 18), fueron un arma más para sentenciar el resultado a su favor con un 67-57 final. Este triunfo le permite seguir cerca de los mejores conjuntos de este grupo, en una carrera por clasificar a la fase de ascenso. Los últimos dos partidos del año serán ante Pozuelo, de visitante, y en casa frente Baxi Ferrol.