Paso otro partido y las dudas se acrecientan. Se trataba de un partido clave para el despegue, para intentar recuperar la sintonía. Y pese a que en el primer tiempo el partido fue parejo y el equipo tuvo sus oportunidades para convertir, el gol de All Boys en el descuento de esa etapa volvió a mostrar errores propios y desnudó todas las flaquezas de un Quilmes que chocó contra sus propias carencias y podría haber sufrido algún gol más diferencia. El momento más duro de la temporada.

Pese a que las expectativas eran otras cuando comenzó el año, de a poquito el QAC va poniendo la cabeza dentro de las fauces del león. Primero por equivocar las formas. Repetido el DT en formación y cambios, con un plan que no sale, con rendimientos individuales cada vez más flojos y con errores constantes que terminan exponiéndolo del todo frente a rivales menores.

Porque lo cierto es que All Boys, pese a su esfuerzo y la levantada sostenida que viene mostrando en estas fechas, es otro adversario limitado, al que no le sobra nada pero que de a poquito empieza a conseguir resultados, mejora la cabeza, la actitud y también actuaciones de jugadores que son clave para la recuperación.

En un primer tiempo donde se dividieron momentos, los dos tuvieron chances, quizás el Cervecero en mayor cantidad y algunas claras, pero el que pegó primero fue el local, producto de una avivada/error de los dirigidos por Sava: se apuraron en un lateral y un centro rápido lo encontró al central Jonathan Ferrari que, en posición de nueve, convirtió el tanto.

Pese a que hubo quince minutos para limpiar la cabeza y para acomodar la historia de otra manera estando en desventaja, ese tanto fue un mazazo del que Quilmes nunca logró despertar. Y también le sirvieron a All Boys para plantear una postura que le quedó cómoda. Porque, pese a retrasarse demasiado, cerró espacios, el QAC nunca supo como quebrarlo y, de contra, los de Floresta podrían haber convertido algún otro tanto con un par dejugadas clarísimas.

El mal resultado profundiza el momento del Cervecero. Ya la preocupación no es solo por el mal rendimiento o por errores puntuales, sino que el equipo no suma, los rivales de turno si y empieza a aparecer en una zona impensada hasta hace poco tiempo atrás. Sin querer queriendo, el equipo se ve metido en la lucha por salvar la categoría y, en caso de no despertarse a tiempo, este protagonismo comienza a ir en aumento.

Foto: All Boys oficial