Fueron de los primeros en tener que suspender sus actividades como consecuencia de las medidas de aislamiento para prevenir la propagación de contagios de COVID-19. También fueron de los primeros en ponerse al servicio de la comunidad para colaborar en mitigar las consecuencias de la pandemia. Los clubes de barrio quilmeños, haciendo honor a su fuerte historia de compromiso social, se pusieron a la vanguardia desde el minuto cero, cediendo sus instalaciones para operativos sanitarios y, luego, siendo punta de lanza en los cuatro puntos cardinales del distrito con actividades para acercar ayuda a los sectores más golpeados por la crisis. Dirigentes de varias de estas instituciones comparten con DQ sus experiencias desde la línea del frente de la solidaridad.

“A lo largo de toda su historia, el club se caracterizó por esta clase de acciones solidarias, estar cerca del barrio. En este caso, excede a la gente de la zona, pero la situación lo amerita”, explica Oscar Zinna, presidente del Club Moreno, acerca de una jornada en la que recolectaron alimentos, artículos de limpieza y ropa para cuatro centros comunitarios y, además, para ayudar a familias socias. Una clara muestra de la función que están desempeñando las instituciones durante esta emergencia y que se replica por todo el partido, con cada vez más clubes que se suman a colaborar.

Desde la Sociedad de Fomento Cultural y Recreativa Villa Urquizú de Bernal Oeste -donde la pelota de papi fútbol no rueda hace meses pero, sin embargo, cada semana las puertas se abren a la solidaridad-, Gonzalo Juárez, uno de sus referentes, no logra ocultar su emoción por poder estar dando una mano: “es un momento muy duro, inesperado, para el cual nadie estaba preparado para poder sobrellevarlo. Hay gente con muchas necesidades que viene al club y también en el barrio y alrededores. Nos sentimos en el compromiso de ayudarlos, como Sociedad de Fomento tenemos que brindar ese servicio y ponernos la camiseta para acompañar a los que más lo necesitan”.

En ese sentido, la delicada situación que están atravesando los vecinos de Villa Azul y Villa Itatí, con un aislamiento total que, luego, pasó a ser localizado, dejó aún más a la vista el esfuerzo de los clubes en su labor comunitaria y la multiplicación de actividades que tuvieron lugar para acercar elementos de primera necesidad. “Hay distintos tipos de clubes pero todos demuestran siempre su costado solidario”, analiza Diego Indycki, presidente de la filial local de la Unión Nacional de Clubes de Barrio, y detalla: “por ejemplo, durante el año pasado en la campaña contra el frío o como en cada una de las inundaciones… los clubes abren sus puertas siempre. Históricamente no se reconoce como se debería al trabajo de sus dirigentes pero, a pesar de todos los problemas diarios en sus respectivas instituciones, se encuentran, una vez más, brindando ayuda social de manera solidaria y organizada”.

Tanto fue el material que se había recolectado para este barrio que no llamó la atención que el flamante Subsecretario de deportes bonaerense, Javier Lovera, eligiera a Quilmes para realizar su primera actividad oficial, coincidiendo con el día en que se llevaba a cabo la entrega de las donaciones. En ese acto, el subsecretario de Deportes y Entidades comunal, Nicolás Mellino, mostró el agradecimiento del Estado, expresando que “desde la Municipalidad de Quilmes felicitamos a todos los clubes que vienen realizando jornadas solidarias y que ponen sus instalaciones al servicio de cada necesidad. Siempre dijimos que las entidades intermedias son un eslabón clave en la relación con la comunidad y un espacio de desarrollo y contención para los niños, jóvenes y personas mayores”.

Desde la Ribera hasta Solano y desde Ezpeleta a Don Bosco, las instituciones deportivas continúan en la primera línea con su indispensable ayuda durante esta inédita crisis que atraviesa el planeta. La lista de clubes es extensísima y sería injusto que alguno quedara afuera de estas líneas. Por ello, a modo de cierre, estas palabras de Leandro López Jalil, presidente del Club Juventud de Bernal, son un excelente resumen del sentir general: “ni bien lo propusimos, se terminó enganchando el barrio completo. La verdad que a ninguno nos sobra nada, pero nadie falta y todos colaboran”.

Los protagonistas también

La pandemia golpea y las consecuencias son evidentes. Toda ayuda suma y el mundo del deporte no es ajeno a este llamado solidario, principalmente a través de los clubes, pero también con varios de sus protagonistas que se sumaron a ayudar. Algunos ejemplos que atañen al partido de Quilmes son las donaciones personales que realizaron el ex futbolista Diego Milito y el medallista olímpico de Río 2016, el León Matías Paredes. Pero no son los únicos. Las chicas del equipo de Liga de Honor del Mariano Acosta Handball, a través de una iniciativa que surgió desde el propio plantel, llevaron a cabo una gran colecta destinada al Barrio El Matadero.

“Nunca pensamos que íbamos a juntar tantas cosas y tan rápido. Por suerte hubo mucha gente que se acercó y colaboró con ropa de abrigo y frazadas que, ahora que llega el frío, son muy necesarias. Además, juntamos bolsones de comida y también muchos artículos de limpieza”, detalla Noelia Vélez, jugadora central del equipo, y adelanta que: “vamos a seguir y, siempre que la gente pueda continuar donando, a medida que vayamos sumando, vamos a ir destinándolas a distintos puntos del distrito. Nuestro objetivo es a largo plazo, entendiendo cuál es la labor social que tiene que tener un club”.