La espera comienza a hacerse larga para la vuelta a la actividad oficial. Principalmente para aquellos deportistas que, instalados en distintas partes de Europa, hace ya una buena cantidad de tiempo que vienen trabajando con la expectativa de retomar la competencia. Un caso de estos es el de Juan Manuel Saladino que, en Bélgica aguarda la fecha en la que se resolverá una temporada alterada por la pandemia. El jugador de Gantoise charló con DQ sobre este tiempo tan especial.

“En este momento estoy en la playa, en una ciudad muy cercana a Gent, aprovechando un día de sol que en Bélgica no abundan y ya que tuvimos el fin de semana libre”, abre la entrevista Saladino en DQ Radio (FMQ 93.5).

- ¿Cuánto tiempo hace que retomaron los entrenamientos?

- Nosotros empezamos ya hace bastante. En junio tuvimos el aval del gobierno para volver a entrenar, aunque fuimos muy de a poco por decisión del entrenador, que no quería saturarnos de entrada. Al principio, se reía de algunos errores infantiles que cometíamos pero a medida que pasó el tiempo, fuimos entrando en ritmo. La idea era arrancar el torneo a fines de agosto, pero llegó una nueva ola de contagios en la zona de Amberes y Bruselas y por eso se decidió trasladarlo a fines de septiembre. En estas semanas, empezaremos a jugar amistosos para ponernos a punto.

- ¿Mantienen los protocolos sanitarios?

- En este momento, ya no. Cuando retomamos los trabajos no podíamos tener contacto entre nosotros, fueron todos entrenamientos individuales. Pero duró un mes aproximadamente, en julio ya arrancamos a entrenar de manera normal.

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- El parate los agarró en medio de la competencia, con el equipo clasificado a los playoffs…

- La verdad que la pandemia nos perjudicó bastante. El club tenía un proyecto por delante para este año, que era salir campeón con los dos equipos, mujeres y hombres. Las chicas habían ganado los veinte partidos que jugaron y nosotros estábamos segundos, faltando pocas fechas para el inicio de los playoffs. Teníamos muy buen equipo, por eso nos quedó la sensación amarga de no haber podido finalizar el certamen. Lo bueno es que, por primera vez, el club logró la clasificación a copas europeas.

- ¿Cómo fueron por allá estos meses en plena pandemia?

- Lo más importante es que en todo momento pudimos seguir saliendo, paseando, yendo a correr o en bici. Eso te dio un poco de libertad individual, al no tener que quedarnos encerrados en casa. Con el club cerrado, me hice una rutina para poder seguir activo. Después con mi mujer y mi hijo no tuvimos contacto con mucha gente, pero la pasamos sin problema.

- ¿Cuál es la expectativa que te pusiste para esta nueva temporada especial que va a arrancar?

- Este va a ser mi último año en Bélgica. El club había puesto todas las fichas para salir campeón, así que todas esas ganas se trasladan a lo que viene. Y ahora por partida doble, porque queremos ganar la liga pero también queremos ser competitivos en Europa, sobre todo porque esta edición va a ser reducida y se va disputar todo durante la semana de Pascua. A nivel individual, con la edad que tengo, también será un desafío poder estar a la altura y ojalá pueda cumplir con un club que me han tratado tan bien en los cuatro años que llevo acá.