“Venimos de una concentración en Tucumán que fue muy exigente a nivel físico y también a nivel rugby, porque estuvimos mucho tiempo fuera de las canchas. Ahora entrenamos con restricciones, cada una de las chicas en su provincia, bajo las condiciones permitidas”, cuenta Yamila charlando en DQ Radio (FMQ 93.5).

- ¿Hubo que apurar los tiempos de preparación teniendo en cuenta los meses que se perdieron por la pandemia?

- Tal cual, se acortaron los tiempos, por eso se hizo un trabajo técnico-táctico muy fuerte, acompañado de lo físico para aprovechar al máximo los días que estuvimos juntas. Fue una concentración que nos sirvió mucho pensando en los que viene.

- ¿En qué nivel llegan para afrontar el torneo más importante del año?

- La verdad que es un momento raro porque entre lo vivido el año pasado y las nuevas restricciones, se hace difícil trabajar con normalidad. Pero estamos muy enfocadas en que queremos dar lo mejor, hacemos todo lo que podemos desde las posibilidades que hay, para llegar de la mejor manera posible.

- ¿Se puede mantener el rendimiento y el crecimiento que venían teniendo como equipo hasta antes del parate?

- Va a ser muy difícil. El parate fue muy grande, nos quedamos sin competencia internacional y el roce que teníamos se fue perdiendo, no es lo mismo que estar entrenando entre nosotras.

- Está claro que el desafío iba a ser duro, pero con todo esto que contás se presenta más complicado aún…

- Si, igual el amor propio y las ganas no van a faltar. El problema es que tenemos la desventaja que en Europa hubo actividad, en cambio nosotras no pudimos medirnos con rivales de buen nivel para ver en qué situación estamos.

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- ¿Cuándo y cómo te enteraste de los rivales que les tocaron en el grupo?

- Con las chicas estuvimos siguiendo el sorteo en la madrugada. Estábamos muy ansiosas por saber quienes nos iban a tocar en la zona (risas).

- ¿Qué análisis podés hacer de Rusia, Samoa y México?

- Con México nos enfrentamos varias veces, es un rival muy conocido por nosotras; Rusia es el rival más fuerte, que tiene mucha presencia en el Circuito Mundial y del que pudimos ver algunos partidos actuales porque viene jugando con continuidad. Tienen otro ritmo, otra intensidad y velocidad de juego; y en el caso de Samoa, cuenta con jugadoras muy grandes de cuerpo comparado con el biotipo argentino. Lo que nos une es que todas tenemos muchas ganas de estar en Tokio.

- En lo personal, ¿cómo te pega esta falta de continuidad, no poder jugar al rugby durante tanto tiempo?

- Con mucha incertidumbre, sobre todo por no saber que va a pasar, con que te vas a encontrar. No poder estar más tiempo junto al grupo o poder llegar mejor preparadas a un objetivo que teníamos programado con tanta antelación, te termina generando el temor de no saber con qué nos vamos a enfrentar. Pero estamos convencidas como grupo y vamos a intentar dejar a Argentina en lo más alto.