Fue una verdadera definición para el infarto lo que se vivió en la cancha del Celeste, que tuvo todos los condimentos para que el juego sea atractivo de principio a fin y que, seguramente quedará en la memoria de todos los hinchas del elenco visitante.

Pero fue el CUQ el que golpeó primero con un try de Tomás Domínguez, más la conversión de Leandro Casado. Igualmente, Santiago Traynor empataría con un try y gol y el tercera línea Rodrigo Esmayel le daría la ventaja a la visita (12-7). Con la misma fórmula del try-penal, el CUQ se puso 14-12 arriba, hasta que otro paso por el ingoal rival de Esmayel, una de las grandes figuras del partido, le permitió a Vicentinos irse arriba 19-14 al cierre del primer tiempo.

Con la obligación por el resultado adverso, desde el comienzo del complemento la celeste salió a buscar el partido. Apoyado en el poderío físico de sus delanteros, el círculo empezó a golpear cerca de las formaciones, de esta manera marcó dos conquistas por medio de sus alas, Juan Vatano y Augusto Stagnaro, para quedar 26 a 19 arriba.

Faltaba poco y Vicentinos se lo fue a jugar. Traynor achicó de penal (26-22) y, minutos más tarde, consiguió su cuarto try en la tarde a través de su otro centro, Ignacio Torres, para dejar el tanteador 29-26 a los 31’ del complemento.

A esa altura, el Círculo era un manojo de nervios, se jugó todas las fichas pero ni con sus mejores armas pudo entrar. Vicentinos aguanto el embate y luego de un knock-on del celeste, logró el soñado festejo para un equipo que apenas tiene nueve años de historia.

Para el Celeste, la tristeza de no poder coronar una campaña impecable y de sacarse rápidamente la espina y volver a la Primera B. Aunque, con el buen plantel que tiene, el año próximo seguro tendrá revancha.