El primer cuarto tuvo como un protagonista superior a España, que tomó el control de la bocha, presionó y así obligó a Argentina a salir de su campo mediante el flick y, a su vez, le impidió organizarse en ataque para llevar peligro al círculo rival. De todos modos los locales apenas tuvieron una chance, a través de un corner corto.

El panorama se mantenía igual, Argentina siguió sufriendo con una España más agresiva. Incluso al minuto del segundo tiempo Cicileo desvió con su pie un tercer corto consecutivo sobre la línea de gol y el local tuvo su chance más clara con el penal. Pero Miralles falló al estrellar la bocha contra el poste izquierdo de un Santiago que había quedado descolocado. Justamente, el arquero argentino se fue transformando en la gran figura del partido.

Los Leones salieron, por fin, con una mejor actitud en el último capítulo. Y a los 20 minutos, Maico Casella inició el ataque, se la cedió a Martínez y el centro desde la derecha encontró al goleador para superar al arquero Calzado. Igualmente, España se recuperó rápido y, apenas sesenta segundos más tarde, Joaquín Menini (campeón olímpico con los Leones en 2016), quedó solo en el punto del penal y desde allí pudo vulnerar, al fin, la resistencia de Santiago.

Ya en los últimos minutos nada se modificó y llegaron los penales australianos para, después de una serie interminable que llegó a 24, otorgar el punto bonus que le permite al equipo argentino seguir mejorando su andar en el torneo.