Dentro de un trámite bastante parejo a lo largo de toda la tarde, el Mate volvió a mostrar eficacia y capacidad para resolver en los metros finales. Quizás, algo de suerte haya esto de su lado y también, fue factor importante el regreso de Fernando Vijande en el arco, tapando algunas opciones claras que tuvo el local.

Por ejemplo, la más peligrosa de la parte inicial, tras un remate de Gonzalo Silva desde la puerta del área grande. O mismo en el inicio del complemento, donde logró mantener el cero ante la aparición de Santiago De Ossa.

Pegadito a eso, llegaría la primera ventaja para el Criollo. Iban 10 minutos, cuando Fabrizio Acosta se anotó una vez más en la red, tras un centro de Franco Sosa. Pero la diferencia le duraría muy poco, ya que apenas siete minutos más tarde, Facundo Gómez recibió un pase del lateral Bautista Barros Schelotto, para empatar el encuentro en uno.

Pero a esa altura, Argentino ya estaba mejor y buscaba más armado la victoria. Que llegaría al minuto 25, gracias a la astucia de un centrodelantero como Sosa, que aprovechando la mala salida del arquero Guido Nogar, puso la cabeza para anotar el segundo tanto de su equipo.

De ahí en adelante, el encuentro se volvió cortado y con un Fénix que, sin sobrarle ideas y capacidades, fue por ese empate que nunca llegaría. Principalmente, porque sobre los instantes finales, un disparo del recién ingresado Martín Caramuto dio en el travesaño.

Es cierto que al Mate suele irle mejor de visitante que en su cancha, pero en este momento que transitaba el equipo, perdido y con urgencias que empezaban a aparecer, este triunfo vale mucho. Y en el comienzo de un nuevo ciclo futbolístico, puede tratarse de un impulso importante para ir en búsqueda de algo más.