Fue un buen debut. Luego de las dudas que había generado la etapa de Reubicación, donde el equipo debió soportar más desazones y dolores de cabeza que alegrías, el Don Bosco mostró una de sus mejores caras en el arranque de los Playoffs del Grupo III en el Torneo de la URBA. Embalado y envalentonado por esa performance, ahora las Aguilas quieren seguir avanzando en el certamen, a pesar de los duros escollos que tendrá por el camino.

Si solo se toma en cuenta lo realizado en los últimos treinta días, nadie podría quejarse de los números logrados por el Ateneo: tres triunfos y apenas una derrota, hablan a las claras de un conjunto protagonista. Claro que, el pesado lastre de derrotas que traía encima hasta esa instancia, lo obliga a tener que seguir dando lo mejor para llegar a su objetivo de máxima en el campeonato.

Más allá que se esperaba un triunfo en los Octavos de Final, porque el rival demostraba ser inferior por los números del año, el equipo siempre se lo tomó con la seriedad y el respeto necesario para evitar cualquier posterior sorpresa negativa. Justamente, el tramite empezó siendo muy duro, pero gracias a una gran reacción, las Aguilas consiguieron dar vuelta el resultado con autoridad y lo terminaron ganado con ciertas facilidades.

La primera parada brava para seguir dando que hablar en los Playoffs será, nada más y nada menos, que el más duro de los rivales que quedan en pie: La Salle. Desde el seno mismo del plantel, se toma a este encuentro como decisivo, casi determinante para las posibilidades de lograr el ascenso de categoría. ¿A qué se deben estás miradas? Principalmente, por el envión anímico que puede llegar a provocar, ganarle al máximo favorito y en su cancha (será visitante en esta instancia) y luego, porque de superar con éxito este duro escollo, se abriría el panorama para la instancia de Semifinales, en la que cualquiera podría dar el salto a la gran final.

Y si el Don Bosco llega al último partido del año, ya habrá cumplido el principal objetivo que se había programado para esta temporada: el ascenso al Grupo II de la URBA. Hoy por hoy, esa situación parece lejana, porque aún queda bastante recorrido por delante. Pero en el Ateneo se permiten soñar y quizás, no estén tan errados.

Se fue temprano

La temporada terminó con una frustración grande para el Círculo Universitario. Luego de todo el envión que habían generado los nueve triunfos de forma consecutiva y el crecimiento en el nivel de juego, los dirigidos por Martín Ricagno no lo pudieron sostener en la parte decisiva de la temporada e, increíblemente, quedaron afuera de los Playoffs jugando de local con el débil Italiano.

Luego de un par de semanas de reflexión y descanso, el plantel del CUQ volverá a juntarse para sacar sus conclusiones y para empezar a prepararse de cara al año próximo.