Teniendo en cuenta que Australia se había despachado con una sonora goleada 9 a 2 ante Sudáfrica en el inicio de la jornada, prácticamente se había asegurado el primer puesto del Grupo A por la diferencia enorme de goles a su favor (+15). En cambio, para argentinos y franceses fue un ida y vuelta apasionante, en busca de asegurarse un mejor puesto en la zona.

El partido fue un electrocardiograma con picos de emociones que comenzaron muy temprano cuando Nicolás Keenan, a los 2 minutos, puso el 1-0 con un excelente movimiento. Sin embargo, el rival, que estaba obligado a ganar por la diferencia de gol, se recuperó enseguida y a los 10 estableció el primer empate con el tanto de Etienne Tyvenez.

No había manera de hacer un análisis táctico de lo que sucedía en el encuentro porque todo fue un ida y vuelta extraordinario en el que el mediocampo pasaba inadvertido. Todo se definía en los círculos, el único hábitat de un partido tremendo. A los 33 minutos, Nicolás Della Torre puso otra vez al seleccionado en ventaja tras un corner corto, aunque Francia empató sobre el cierre de esa primera etapa, con el penal de su jugador más importante, Victor Charlet.

Los europeos sorprendieron de entrada y a los 2 minutos del complemento se pusieron por primera vez arriba en el marcador con el corto de Charlet. Igualó para el 3-3, Della Torre con otro corto a los 11 y siete minutos más tarde, otra vez Charlet con el fijo, puso arriba a los franceses. Pero los Leones lograron el 4-4 a los 20 cuando, tras una enorme combinación entre los tres campeones olímpicos Rey, Vila y Mazzilli, Martín Ferreiro cerró la gran jugada.

El elenco argentino tuvo un corto a un puñado de minutos del cierre, pero Tomás Domene no logró marcar y en un contragolpe Della Torre provocó una falta innecesaria en el área y Charlet, a sólo 56 segundos del cierre, puso el 5-4.

Argentina no se desesperó y fue a buscar el empate. Y llegó una sucesión de cortos de Domene que incluso derivó en Charlet excluido de la defensa por adelantamiento indebido. Con el arco más abierto, a apenas 11 segundos de la chicharra, Della Torre tuvo su revancha y marcó para el resultado final. Y para el delirio argentino.

Ahora comenzará otro torneo. Ganar significará meterse entre los ochos mejores del mundo, el objetivo de mínima propuesto. Perder, volver a casa. Los Leones mostraron personalidad para ir al frente, con un buen corto y mucha templanza. Hará falta un buen nivel de hockey para seguir avanzando. Y eso, el equipo, lo tiene de sobra.

Foto: Hockey India