Fue un combate de verdaderos guerreros. El choque protagonizado anoche por Sergio Maravilla Martínez y Paul The Punisher Williams en Atlantic City estuvo a la altura de lo que prometía: un gran espectáculo brindado por dos de los mejores boxeadores del momento. El quilmeño, que subió a las 160 libras para este duelo no titular a 12 asaltos, tuvo a maltraer al norteamericano y debió ser empate o un punto arriba para el argentino, sin embargo, los jueces –todos locales- fallaron en contra. Guapo en rodeo ajeno.

En una pelea con dominio compartido, fue Maravilla (44-2-2 / 24 nocauts) quien logró conectar los mejores golpes e incluso en la primer vuelta, con una derecha potente, mandar a Williams (38-1 / 27 nocauts) a la lona. Se lo vio suelto al campeón mundial Superwelter, manejando el cuadrilatero a placer y esquivando, a pura cintura y piernas, casi todo lo que tiraba el norteamericano.

A pesar de la diferencia de altura a favor del yanky, en varios pasajes del combate dio la sensación que, de poder conectar una mano más en las repetidas combinaciones que logró descargar sobre Williams, Martínez hasta podría haber noqueado. Al final de 12 furiosos y competitivos asaltos, los jueces -todos locales- vieron la pelea 115-113, 114-114 y un disparatado 119-110.

Más allá del resultado, se trató de una gran vidriera para Maravilla y su buen desempeño seguramente le abrirá todavía más puertas en el mercado grande de Estados Unidos, a tal punto, que ya se rumorea sobre una posible revancha ante Williams. Sería en las 154 libras, división en la que manda el quilmeño.

Desde adentro

Deportes En Quilmes siguió las alternativas de este duelo de titanes desde la casa de los Martínez, en Quilmes Oeste. Más de 60 personas, entre familiares, amigos y hasta la campeona Mundial Minimosca Jessica Bopp, alentaron sin parar al hijo pródigo de la ciudad.

En ese clima cargado de sabiduría boxística, mientras el temido Punisher Williams era internado en un hospital de New Jersey, Maravilla, vía telefónica, analizó su propia actuación: “Tuve la suerte de hacer un buen combate frente a un boxeador a quien todos le tienen miedo. Luego de las tarjetas, el público gritaba que fue un robo y hasta Williams me dijo que debería haber ganado yo”.

“Lo que hizo fue algo histórico. Ningún argentino subió de peso y realizó una pelea como esta, sobre todo teniendo en cuenta lo que significa Paul Williams: un rival muy temido al que nadie le quiere pelear”, observó Carlos Paniagua –tío y primer entrenador del Campeón- y destacó: “Con este combate demostró que está entre los diez mejores boxeadores del mundo y que en su categoría le puede ganar a cualquiera, el único que lo puede llegar a vencer es el fenómeno de Mayweather. Otro es difícil, ni Pacquiau”.

- ¿Cómo sintetizarías lo que fue este choque?

- Querían ver donde está parado Sergio y, como no es un boxeador taquillero por ser argentino, bajarlo. Lo obligaron a subir de peso para enfrentar al boxeador más temido y no tuvo problema, porque él quiere quedar en la historia. Ratificó que es un gran Campeón: se gana con lo que no se ve y Sergio tenía siempre la mente arriba. Ahora se van a dar cuenta del boxeo de él.

Campeona suelta

“Me gusta estar cada vez que un argentino pelea por un título. Apoyarlo a él y a mi país, porque sé que cuando peleo me gusta también sentir eso”, explicó su presencia en la casa de los Martínez la campeona Mundial Minimosca Jessica Bopp, quien viene de realizar cuatro defensas exitosas durante 2009.

- ¿En qué momento estás?

- De a poquito estoy moviéndome de nuevo para arrancar con todo en enero. El 20 de Febrero vuelvo a defender mi título, va a ser en Río Negro, pero todavía no sé contra quien porque las primeras del ranking no me retan, así que tengo que estar buscando quien quiere venir.