Aunque todavía no esté dicha la última palabra, Libertad de Don Bosco tendrá un duro compromiso por delante en el encuentro revancha de la Promoción, si es que pretende levantar la goleada sufrida en el encuentro de ida. General Lamadrid lo derrotó por 5 a 1, y ahora deberá ganar por cinco goles de diferencia en calidad de visitante, si es que quiere conseguir el ascenso a la Primera División. Un duro golpe, que no estaba en los planes de nadie.

El encuentro se disputó en la cancha de Unión Ezpeleta, por ende, la localía favorecía a los Albirrojos. Por eso, salieron desde el minuto cero a buscar los goles necesarios para ganar el partido y quedar en una buena posición, de cara al encuentro de vuelta. Pero la historia terminaría siendo otra...

Principalmente, porque los de Don Bosco nunca supieron como vulnerar el planteo propuesto por Lamadrid. Es que, la visita decidió jugar la desesperación y la urgencia de su rival, y así esperó y atacó en los momentos claves del partido. Esa postura le salió bien desde el arranque y le permitió irse al descanso, 3 a 0 arriba al final del primer tiempo.

El panorama no cambió para el tramo final, teniendo en cuenta que Libertad ya jugaba con la desventaja en el marcador. Y pese a un tanto de Pablo Pastor que le permitió llegar al descuento, el equipo siguió dando ventajas defensivas, circunstancia que fue aprovechada por Lamadrid para convertir dos tantos más y así decorar el resultado final que tuvo el encuentro.

Ahora habrá que esperar hasta el jueves, momento en el que disputarán la revancha en la cancha de Nueva Estrella, donde el Carcelero hace las veces de local. Pero para que Libertad consiga el ascenso, deberá ganar por cinco goles de diferencia, ya que la ventaja deportiva favorece a su rival, por ser un conjunto de la categoría superior.

Será un compromiso difícil, pero en el fútbol no hay imposibles. Quedan 40 minutos por delante y mientras hay vida, siempre hay esperanza.