Era el partido ideal para demostrar que también podía hacerse fuerte frente a uno de los conjuntos grandes de la categoría. Pero Argentino de Quilmes no pudo esta vez y cayó derrotado de manera contundente 3 a 0 con Ituzaingó, cortando de esta manera la racha de tres victorias consecutivas que había acumulado. El local fue muy superior y se llevó de manera más que merecida, los tres puntos que estaban en juego.

Desde un primer momento, el conjunto dirigido por Aldo Bazán mostró su superioridad en el juego, arrinconando a un Mate que no podio hacer pie con la pelota y que mostraba escasez ofensiva, ante la ausencia de su goleador, Damián Solferino.

Por eso, no llamó la atención que un minuto antes de llegar a la media hora de juego, el equipo del Oeste se pusiera en ventaja, a través de un derechazo de Marcos Zampini. Encima, a poco del final de la primera etapa, Gustavo Silva amplió el marcador y le dejó un problema grande a Pablo Randazzo para resolver de cara al segundo tiempo.

Esa parte del encuentro tuvo otros matices. El local sacó el pie del acelerador con la ventaja y le dejó la responsabilidad a Argentino, que nunca asumió el rol de protagonista que debería haber tenido, debido a las urgencias del resultado.

Cuando ya todo era fiesta para el local, en el minuto final llegó la anotación de Nicolás Carloni, para decorar un partido perfecto de Ituzaingó, que sigue siendo una sombra negra para el Mate (nunca le ganó jugando en esta divisional).

Para colmo de males, Marcos Soza, Matías Bravo y Emanuel Ibáñez terminaron golpeados y habrá que esperar su evolución para saber si llegan en condiciones al choque de la semana que viene frente a Atlas.

En definitiva, un panorama demasiado negro, tras el buen momento que traía el equipo. Será cuestión de creer que fue un mal partido y nada más. Que el verdadero Argentino volverá a entrar en hacino la próxima fecha, cuando reciba a Atlas.