Jugando 55 minutos con un hombre menos, Quilmes tuvo el coraje suficiente para bancarse el apriete de Unión y sumar un punto en una cancha complicada. La expulsión de Meza Sánchez alteró la idea inicial de un equipo que, en igualdad numérica, estuvo cerca de ponerse en ventaja. Con la unidad sumada, por otra jornada más nadie podrá sacarlo de la punta.

Era el último enfrentamiento frente a uno de los candidatos matemáticos al ascenso. Pero con el envión anímico que traía por las últimas victorias que lo habían dejado en la punta, esta vez Ghiso llegaba a Santa Fe con la intención de ser mucho más ofensivo que en otras visitas al interior del país.

Al punto que, en los veinte minutos iniciales el trámite del encuentro se hizo de ida y vuelta, con llegadas claras en los dos arcos. Se lo comió Donnet abajo del arco en la primera de peligro, pero enseguida respondió el Cervecero con una ráfaga: doble remate de Battaglia conjurado por Limia, disparó de Corvalán tras un corner, que dio en la base del palo y otro a colocar de Carrasco, que el arquero local sacó hacia un costado.

Pero el andar del juego cambiaría rápidamente. Porque, producto de un mal tiro libre a su favor en campo contrario, el Tatengue gestó velozmente una contra que obligó a Meza Sánchez a cortar con falta en las puertas del área grande la entrada de Guerra. Ya tenía amarilla, el arbitro Faraoni le volvió a mostrar un cartón del mismo color y el motorcito del equipo en el mediocampo tuvo que dejar la cancha.

Enseguida Ghiso rearmó la formación con el ingreso de Kalinski. Pero quedaba claro que la postura del equipo sería otra para el tramo final. El QAC regalaba el protagonismo, prestaba la pelota y le dejaba el gastó del partido de ahí en más a Unión, el más obligado de los dos.

Así, los últimos 45 minutos fueron una repetición constante. Aunque, más allá de las ganas de los santafesinos de querer ganarlo (terminó jugando con cuatro delanteros), nunca le encontraron la vuelta al planteo bien armado por el cuerpo técnico visitante. Cuidó espacios, nunca se desesperó, tuvo una muralla en la dupla Ribonetto-Rodríguez, al punto que las únicas chances del rival, llegaron en los propios errores cerveceros.

E inclusive, hasta contó con alguna oportunidad para ganarlo: un remate de Di Gregorio que sacó el arquero y en la última, un envío de Miguel López que se desvió en su marcador y terminó pasando al lado de un palo.

Fue el rock del aguante, pero a Quilmes le bastó para sumar una unidad heroica. Esa que lo sigue dejando en la cima, con un partido menos por delante. Fue la noche en la que el se recibió de candidato con su coraje y sus ganas. Fue una noche de diez.

Síntesis

Unión (0): Limia; Zurbriggen (ST Pérez), Renzo Vera, Nicolás Correa, Mauro Maidana (ST 29’ Cólzera); Matías Donnet, Fausto Montero (ST Paulo Rosales), Gonzalo Saucedo, Jorge Torres; Claudio Guerra y Pratto. DT: Fernando Alí. Sup: Arce, Walter Yacob, Fernández y Hernán Buján.

Quilmes (0): Trípodi; Quiles, Ribonetto, Sergio Rodríguez, Claudio Corvalán; Garnier, Meza Sánchez, Battaglia (ST 6’ Di Gregorio); Miguel López; Mauricio Carrasco (ST 31’ Francisco Cerro) y Lentini (PT 40’ Kalinski). DT: Jorge Ghiso. Sup: Pontiroli, Emanuel Martínez, Planté y Narvay.

Amonestados: Torres, Pérez y Cólzera (U); Kalinski (Q).

Expulsado: PT 36’ Meza Sánchez.

Arbitro: Cristian Faraoni.

Asistentes: Oscar Abalo y Juan Pablo Belatti.

Estadio: 15 de Abril.