En los últimos minutos del partido en Vicente López, Quilmes contó con oportunidades claves para convertir el tanto que le dé el triunfo y el ascenso de categoría. Pero las falló y ahora deberá esperar una semana más. De cualquier manera, el equipo de Ghiso también pudo haberlo perdido y Trípodi volvió a erigirse como figura ante un Platense que no pudo ganar y se fue al descenso. Los demás resultados lo dejaron a un punto de volver a Primera.

Sufre, sufre y no para de sufrir. Esa es la realidad de este Quilmes. Un equipo al que todo le cuesta mucho, inclusive enfrentando a un rival que se está yendo al descenso de categoría. Pero, pese a todo esto, la realidad lo dejó tan cerca de dar el gran salto, que los siete días que vienen por delante parecen una tortuosa espera.

Debía sacar la cara e ir a vender caro su momento el Cervecero a la cancha de un rival que se jugaba la vida. Y en medio de un partido jugado a flor de piel, se dio un balance general de ida y vuelta con emociones varias y un marcador que podría haberse inclinado para cualquiera de los dos lados.

Porque si bien, en el segundo tiempo Trípodi fue figura al sacar tres pelotas de gol y tapar otras complicadas, también es cierto que la primera parte del juego fue pareja, con una visita que tuvo más la pelota y un cierre de partido, en el que contó con las más claras y no pudo llegar al tanto que le asegurara ya esta tarde el ascenso.

Más allá de la crisis de identidad que le toca vivir, de la carencia de gol y punch en ofensiva que obligó a hacer debutar al pibe Gómez (fue el autor intelectual del penal, que le dio el gol al QAC), de los ya constantes inconvenientes defensivos (Ceballos entró solo para definir de cabeza en la apertura del marcador), lo más importante de Quilmes fue que supo reponerse del golpe frente a Ferro. El equipo mostró actitud y ganas, esas que parecía haber perdido y que volvieron a salir a la luz.

Quizás, suene a demasiado poco para un conjunto que pelea los primeros lugares. Pero también es cierto que, a esta altura de las circunstancias, mucho más no se les puede pedir a los de Ghiso. A una fecha del final, y ayudado por los resultados de las otras canchas, el equipo vuelve a estar a un paso de cambiar de categoría y ahora no se puede, ni debe, escapar.

Por eso, frente a Belgrano será cuestión de cerrarlo como sea, aunque la moral futbolera para aquellos amantes del buen pie quede manchada. Solo falta un paso y no se puede volver a fallar. Después, ya habrá tiempo hasta agosto para mejorar las cosas.

Síntesis

Platense (1): Hernando; Pilipauskas (PT 41’ Martín Navarro), Silvio Duarte, Pablo Nieva, Zunino; Scatolaro, Lanzini, Emiliano Romero (ST 33’ Churín); Brian Robert; Diego Ceballos y Nadaya (ST Melivillo). DT: Alberto Pascutti. Sup: Juan Pereyra, Ortiguera, Jorge Martínez y Walter Quintana.

Quilmes (1): Trípodi; Quiles, Ribonetto, Sergio Rodríguez (PT 41’ Agorreca), Claudio Corvalán; Garnier, Kalinski, Francisco Cerro, Di Gregorio (PT 25’ Diego Cardozo) (ST 38’ Planté); Caneo; Damián Gómez. DT: Jorge Ghiso. Sup: Pontiroli, Marcelo Guzmán, Narvay y Mauricio Carrasco.

Goles: PT 18’ Ceballos y 26’ Caneo -p-.

Amonestados: Pilipauskas, Navarro, Churín y Duarte (P); Kalinski y Agorreca (Q).

Expulsado: ST 47’ Robert.

Arbitro: Luís Alvarez.

Asistentes: Marcelo Aumente y Sergio Viola.

Cancha: Platense.