Se despide el año y con el llega el tiempo del balance para los dos equipos de fútbol de la ciudad. Por un lado, el Cervecero, quien retornó a Primera División después de tres años y ahora lucha denodadamente por mantenerse tras un flojo arranque de campeonato, y por el otro, el Mate que continúa esforzándose por salir de la Primera D y que acaba de inaugurar su primera tribuna de cemento en el estadio de la Barranca. Con diferentes realidades y aspiraciones para 2011, ambos conjuntos son analizados por Deportes En Quilmes.

Volvió a la vida

Después de tantas pálidas, el semestre tuvo un final feliz. Cuando pocos lo imaginaban, Quilmes metió un furioso cierre en el Torneo Apertura: consiguió trece puntos de los últimos dieciocho en juego, que le devolvió posibilidades y le dio el aire suficiente para afrontar con más esperanza la segunda rueda de la temporada.

Cuando pudo jugar, jugó, pero cuando debió pintarse la cara para ir a la batalla, el equipo también estuvo a la altura de las circunstancias. Esa fue la simpleza en la que se basó la mejoría en el rendimiento durante el ciclo al comando de Leonardo Madelón.

Quizás, las últimas dos victorias pueden ser un fiel reflejo de esto: con San Lorenzo acaso haya mostrado su mejor versión del campeonato, presionando, concentrado en todo momento y mucho más protagonista de las acciones que un anémico rival, al que debería haberle ganado sin tener que sufrir hasta el cierre; pero con Olimpo disputó una verdadera final, en la que se luchó más de lo que se jugó, y en la que el QAC pegó de entrada, después aguantó como pudo los embates del rival para terminar festejando. Claro, se enfrentaban los dos conjuntos peor ubicados en la tabla de los promedios y las urgencias se sentían en la piel.

Después de esos tres puntos logrados en Bahía Blanca, llegó el tiempo del gran festejo. Primero por ganar un partido como visitante ante un rival directo, pero también por un desenlace del Apertura que superó la expectativa previa, por alcanzar los 19 puntos, una marca que parecía imposible hace un mes y medio atrás y que lo dejó con uno de promedio… Pero principalmente, porque sabe que mejorando un poco esta campaña (NdeR: necesitaría alcanzar 25 puntos en la segunda rueda) la salvación del descenso directo es posible.

Llegó fin de año y Quilmes se da el gusto de soñar con un semestre que le asegure la permanencia en Primera. Es que, increíblemente volvió a la vida.

Tiempo de reflexión

Finalizó la primera etapa del campeonato de Primera D, con un Argentino de Quilmes que momentáneamente se encuentra ubicado entre los ocho equipo que disputarían el certamen reducido. Aunque aún hay mucho en juego, el conjunto de Fernando Rizzo recuperó la confianza y la esperanza, a base de triunfos.

El Mate se fue al receso a toda maquina: logró cuatro triunfos al hilo, incluyendo la victoria ante el puntero Dock Sud, a quien dejo sin invicto. Además, con la llegada de los cuatro refuerzos, Guillermo Rodríguez (ex Berazategui) en la zona media, Leonel Rojas (juvenil mate que regresó de River) en la defensa, al igual que Carlos Ricci (ex Tigre) y Hugo Leiva (ex Claypole) pudo terminar de darle forma al nuevo plantel.

La ventaja de contar con los refuerzos antes del receso significa un valor agregado para la estructura futbolística que pretende el cuerpo técnico. Y si se tiene en cuenta que varios futbolistas que presentan lesiones se irán recuperando (Mario Guzmán, José Ledesma, Adrián Leguizamón), todo indicaría que Argentino tiene por delante un panorama más que positivo.

La pretemporada se llevará a cabo en el bunker de Alsina y Cevallos, que se ha reacondicionado para que al plantel no le falte nada, teniendo en cuenta que se vendrá por delante una de las etapas más exigentes de la temporada. Los trabajos comenzarán el 5 de enero, y tendrá por delante un mes justo de intensidad, teniendo en cuenta que el campeonato se reanudará el mismo día, pero del mes de febrero. El primer rival será Ituzaingó, en la Barranca.