Siendo contundente y efectivo, le alcanzó a Quilmes para hacer la diferencia en el primer tiempo y sacarse de encima a un confundido Ferro. Con un Diego García en gran nivel, gestor de una jugada maradoniana, y bien secundado por Kalinski y Olivares, el Cervecero ya estaba tres goles arriba a los cuarenta minutos del encuentro y después el trámite fue lo más parecido a una práctica formal. No se sintió la ausencia de Jota Jota. Goleada que ilusiona con terminar mejor ubicado la primera rueda.

Tanto tuvo que esperar para una actuación contundente como esta, que una vez conseguida el disfrute es aun mayor. Poco tuvo que penar Quilmes con la ausencia de su goleador y uno de sus principales problemas de la temporada: la falta de contundencia en el arco contrario. El equipo no contó con una enorme cantidad de situaciones de peligro frente a Ferro, pero casi todas fueron muy claras y pudo llevar gran mayoría de ellas a la red.

Y para esto hay un principal responsable: Diego García. El delantero, que en esta ocasión se ubicó como wing derecho, hizo lo que quiso en gran parte de la primera mitad y los tantos en ese tiempo llegaron a través de sus pies.

En el primero, sabiendo aprovechar un tiro libre rápido, llegó hasta el fondo, tiró el centro rasante para la aparición de Kalinski. En el segundo, un nuevo intento de desborde suyo, generó el tiro de esquina, con el que Tucker batió de cabeza el arco defendido por Stucky. Y el tercero fue la joya de la tarde. García arrancó en la mitad de la cancha y dejando rivales por el camino se metió en el área y ante la salida del arquero, tocó el balón a un costado para que Olivares definiera con todo a su merced.

En el medio de ese despliegue de habilidad y contundencia, hubo un rato para local que apretó con firmeza sobre la valla de Pontiroli (Nanía y Matías Díaz los más destacados), pero siempre erraron a la hora de la elección definitiva. De esa manera, dejaron pasar su tren.

El segundo tiempo estuvo de más. Y solo sirvió para que Quilmes controlara la pelota, en su mayoría sin ser demasiado profundo, para que llegaran las expulsiones de su rival, para el primer tanto de Hansen en el Cervecero y para que Pascutti se diera el lujo de meter en cancha a Rodrigo Soria (debutó en este ciclo) y Adrián Toloza (primer partido oficial).

Todo redondito para un equipo que se reencontró con un partido de esos que pueden ser bisagra. Tiene tres encuentros para poder comprobarlo.

Síntesis

Ferro (0): Stucky; Lautaro Trullet, Spraggon, Santiago Rodríguez (ST Juan Lovato), Testa; Castellani, Lértora, Tonetto (ST Federico González); Nanía; Oscar Altamirano y Matías Díaz (ST 20’ Fabián Acuña). DT: Carlos Trullet. Suplentes: Portigliatti, Echague, Lillo y Nicolás Cañas.

Quilmes (4): Pontiroli; González Bordón, Tucker (ST 13´ Vidal Sosa), Fassi, Almada; Sequeira, Kalinski, Medina, Diego García (ST 31’ Toloza); Olivares (ST 16’ Rodrigo Soria) y Hansen. DT: Alberto Pascutti. Suplentes: Giordano, Sebastián Luna, Esteban García y Alemanno.

Goles: PT 5’ Kalinski, 22’ Tucker, 40’ Olivares; ST 30’ Hansen.

Amonestados: Spraggon, Altamirano (F); Tucker, Hansen (Q).

Expulsados: Trullet y Castellani (F).

Arbitro: Javier Ruiz.

Asistentes: Gustavo Ditella y Carlos Krauss.

Estadio: FerroCarril Oeste.