Increíblemente a Quilmes se le escapó el partido a un minuto del final. En un encuentro luchado, no bien jugado, pero en el que mostró más actitud y protagonismo que su rival, el Cervecero terminó cayendo por una bolea de Torassa, en una de las escasas llegadas de All Boys en el juego. De esta manera, el equipo queda prácticamente condenado con el descenso de categoría. Incidentes al final del partido.

Esta vez no pudo ser para el QAC. Ahogado, con la soga al cuello, el equipo volvió a mostrar la rebeldía de muchos de los últimos partidos, para tratar de sortear otra parada complicada y darse más fuerza para sobrevivir de aquí y hasta el final de la temporada. Pero se topó con un conjunto que evitó darle ventaja y que en el cierre del juego, tuvo un premio excesivo.

El nivel mostrado por ambos equipos, deja en claro la importancia de los que se estaba jugando. Por eso, sobresalieron los pelotazos a cualquier lado, los forcejeos, los roces, los errores por sobre el criterio para poder vulnerar al rival. Pese a eso, Quilmes fue el más profundo de los dos y quien más intenciones tuvo de quedarse con la victoria.

Claro que, pese a sus ganas, al Cervecero le costó generar situaciones de peligro. Un gran remate de Cerro de media distancia que se colaba en el ángulo, fue la más clara. El mediocampista también tuvo una interesante situación de contra, que pasó cerca del palo. A esto habría que sumarle un claro error de Favale: anuló un gol legítimo ante una supuesta carga ilícita de Vázquez a Cambiasso que no existió (tampoco vio un agarrón a Cauteruccio dentro del área).

A esa altura, los cambios le habían dado más dinamismo a un apagado conjunto local, mientras que Caruso terminó errando la apuesta, cambiando piezas de lugar y buscando la salvación con jugadores de refresco que están entre los peores promedios del equipo en la temporada. Y cuando ya parecía que el triunfo no estaba para ninguno, Grana se equivocó al cometer una tonta falta en la mitad de la cancha, vino un centro que nadie pudo despejar y Torassa de media vuelta, colocó la pelota sobre la humanidad de Trípodi.

Solo quedó tiempo para la tristeza y la resignación. El milagro está cada vez más lejos y el desenlace parece acercarse a pasos agigantados.

Incidentes del final

Luego de un largo intercambio de insultos entre ambas parcialidades y cosas que volaron de la popular visitante hacia la platea, en medio de la cargada generalizada, muchos hinchas cerveceros la pasaron mal en la salida.

Es que, varios de ellos fueron arrastrados por la policía ya que demoraron su salida del estadio y luego de eso, dos micros repletos de simpatizantes terminaron en la Seccional 43 de la Capital Federal.