Por Leonardo Testa

El partido era de suma importancia, debido a que los dos equipos cerveceros necesitaban imperiosamente los tres puntos. Quilmes A, el más fuerte de ambos y que lucha por entrar a los Playoffs, ganaba cómodo por 3 a 0 pero sus jugadores se relajaron y Quilmes B, hundido en el fondo de la tabla, logró recuperarse hasta alcanzar la igualdad. Faltando solo dos minutos para el cierre del partido, llegaría el gol que decretara un nuevo triunfo en el clásico para los dirigidos por Ronconi.

El QAC A debía ganar para no perderle pisada a Mitre y recuperarse de una serie de resultados adversos, mientras que el equipo de Javier Gamo marcha último y necesita sumar para soñar con el milagro de entrar al repechaje.

Mucho se había hablado en la semana, los rumores indicaban que no iba a ser un partido entre dos equipos del mismo club, sino que iban a ser rivales a muerte, que se iba a jugar a cara de perro. Sin embargo, en la cancha se mostró respeto, y hasta ni siquiera se festejaron los goles por esa relación que unen a los chicos de los dos conjuntos.

El B comenzó presionando, buscando con los desbordes de sus laterales llegarle con peligro a Leandro Zenatto. De esa manera, se dio la primera situación, cuando Gonzalo Raris entró solo por la derecha pero su remate se encontró con la figura del arquero que en una doble atajada evitó la caída de su valla.

A los 8 minutos se produjo el primer corto, el rebote del fijo le quedó servido a Juan Pablo Hourquebie, quien con un sutil remate, colocó la bocha en el ángulo superior derecho. De esta forma, el segundo equipo con más títulos en su haber del país, pasaba a ganar el encuentro.

A partir de este momento, el A se hizo de la bocha, del campo y demostró la superioridad de sus jugadores. Crearon varias situaciones de gol, pero la falta de puntería, y las atajadas de Ignacio López, impidieron que aumente la diferencia. Sin embargo, en defensa tenían grandes problemas, no marcaban en ataque, y padecían los mismos inconvenientes que tuvieron durante todo el torneo.

La segunda mitad comenzó con un golazo, Abel Encinas (goleador del B en 2010), cumplió con la ley del ex con una sutileza: se la picó a López y la bocha entró por el segundo palo. Un golazo que no gritó por su pasado.

El dominio del A siguió durante la segunda etapa, empezaron a cosechar cortos a favor. Y por esa vía llegaron al tercer gol. Otra vez Chicho se hizo presente en el marcador. Ese tanto fue determinante para que se relajaran, consideraron que estaba todo definido…pero lo único que lograron fue que el B creciera de la mano de Gonzalo Raris y de los Becker.

Este crecimiento se plasmó en el marcador a los 23, cuando Becker encontró la bocha en el área, para darle esperanzas a su elenco. Esas aumentarían cinco minutos más tarde, ya que Mariano Becker recibió el rebote, tras la ejecución del tercer fijo, y puso el encuentro 2-3.

El A no lograba reaccionar, sus jugadores habían bajado su nivel y no encontraban la forma de volver al partido. Los errores eran más frecuentes y comenzaban a pagarlos caros, mientras se ponía en riesgo el triunfo. Y a falta de cuatro minutos, una gran corrida por el sector derecho del Chino terminó con un tiro cruzado que se metió en el segundo palo de Zenatto. Este tanto decretó la euforia rival, que remontaba un partido que estaba perdido.

El clima había cambiado. El B se dio cuenta que podía y fue en busca de un nuevo gol. Sin embargo, una mala salida en el fondo, le permitió definir a Guillermo Muir con el arco solo a su merced y poner el 4 a 3 definitivo.

Sin dudas, los dos conjuntos tienen muchas cosas para mejorar si quieren cumplir sus objetivos. Los de Gamo remontaron sobre el cierre, pero en el tramo inicial fueron superados claramente, mientras que los de Ronconi se confiaron, subestimaron a su rival y casi pierden un partido que estaba ganado. Tendrán que aprender que los partidos terminan cuando suenan la chicharra.