Por Leonardo Testa

En el último segundo y cuando ya se desvanecían las esperanzas, Estefanía Teté Núñez empató un partido emotivo entre Quilmes y el SIC, en el cual las cerveceras fueron superiores a su rival durante gran parte del tramite de juego, pero que producto de un error defensivo las estaba llevando a perder puntos fundamentales en su lucha para escaparle a la promoción y permanecer en la máxima categoría del Metropolitano.

Distintas son las realidades que atraviesan el QAC y SIC. Las cerveceras buscan salir de la incomoda situación de la últimas ubicaciones en la tabla, mientras que las de San Isidro deben sumar, para prenderse en la lucha por los Playoffs.

El elenco dirigido por Javier Gamo comenzó presionando a su rival. Mariné Russo se cargó una vez más el equipo al hombro, mientras Fernanda Mañez permitía el equilibrio entre las delanteras y las defensoras y tanto Florencia Peña como Estefanía Núñez se movían buscando el error en la última línea rival. En tanto que, a la visita le costaba hacer pie y su único recurso eran los bochazos largos.

La primera mitad estuvo marcada por las infracciones, los reiterativos errores en los pases, la falta de definición y las pocas situaciones concretas para romper el cero. Tan escasas fueron, que el primer corto se ejecutó a cinco minutos del final, pero Nené Russo no logró cambiarlo por gol.

En la segunda parte, ambos conjuntos comenzaron a arriesgar un poco más, el punto no los conformaba. Las dirigidas por Roberto De Bianchetti tomaron protagonismo, adelantaron las líneas y empezaron a darle mejores destinos a la bocha. A los 5 minutos, se produjo una desatención en el fondo cervecero, que derivó en el primer fijo de las visitantes. Ese corto permitió que el partido se abriera, ya que el fierrazo de Belén Zavalia Lagos se transformó en el primer festejo de la calida tarde quilmeña.

A partir de esta situación, el SIC se retrazó y estableció el contraataque como estrategia. Y por esa vía, pudo haber aumentado la diferencia, pero a la hora de definir la bocha le pegó en el pie a una de las delanteras. Ante esa situación, Quilmes sacó el amor propio y fue en busca del empate. Así empezaron a llegar los cortos a favor, aunque en esa instancia preferían mover la bocha antes de hacer un disparo directo, y por eso se perdía la posibilidad de rematar al arco.

El QAC ya no era el mismo equipo del primer tiempo, estaba partido en dos: atrás cometía errores que podían ser determinantes y adelante le faltaba eficacia para convertir las situaciones que creaba. Sin embargo, el empuje colectivo llevó a que las chicas tengan en el último segundo la chance de igualar el juego.

Las dirigidas por Gamo perdían el partido cuando sonó la chicharra, pero aún había un corto a favor. Todas sus jugadoras se acomodaron alrededor del semicírculo. Mariné decidió ejecutar directamente sin abrir la bocha, sin embargo su remate fue tapado entre las defensoras y la arquera rival…pero el rebote le quedó a Estefanía Núñez. Y Teté, con un fuerte disparo, desató el festejo de la tribuna local, y la tristeza en las de San Isidro que, veían como las cerveceras se quedaban con un punto en el último suspiro.