El encuentro entre Aldosivi y Quilmes quedó muy lejos de la expectativa previa, mostrando un partido chato en el que igualaron sin goles. Sí, tan frío como la noche marplatense. El equipo de Ricardo Caruso Lombardi sigue sin encontrar una línea de juego y sólo pudo haberlo ganado con contraataques o arrebatos individuales. El empate suma, pero el equipo no despega.

La realidad indica que el Cervecero dejó pasar una nueva oportunidad para postularse como verdadero protagonista del campeonato. No tuvo el nivel esperado en la noche de en la costa atlántica y se terminó conformando con el resultado.

Superado con claridad por el rival en el arranque (en una misma jugada Trípodi se lo tapó a Blanco y Córvalán la sacó sobre la linea). El Tiburón monoplizó la pelota en ese comienzo ante un QAC dubitativo e inconexo. Recién pudo emperajerar las acciones después de la primera media hora, y antes del final también tuvo sus chances (un centro que no concetó Mansilla abajo del arco fue la más clara).

En el segundo tiempo, los de Caruso Lombardi salieron con más decisión e hicieron que el juego fuera más equilibrado. Controlado el movedizo Gigli, el local ya no sabía como inquietar, más allá de algunas buenas apariciones de Mauricio Carrasco.

Pero Quilmes debió seguir prendiéndole velas a alguna pelota parada o a alguna aparición individual para tener pesoen ofensiva. De cualquier manera, las situaciones de gol escasearon en ambos lados y el conformismo se fue adueñando de todos.

Por eso todo terminó en un pálido empate, sin valor más que el númerico. Porque desde los futbolístico, el Cervecero continúa en punto muerto.

Foto: Gentileza FM Q